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Fracasa censura a ministra antes del juicio político al presidente del Perú

En medio de una crisis política que puede conducir a la destitución del presidente Martín Vizcarra, el Congreso peruano rechazó este martes una moción de censura a María Antonieta Alva, ministra de Economía y Finanzas, que implicaba su salida del cargo y muy cercana al mandatario.

Fernando Gimeno / EFE
16 de septiembre de 2020 - 12:09 p. m.
Manuel Merino, presidente del Congreso de Perú, no logró los votos para censurar a ministra de Economía.
Manuel Merino, presidente del Congreso de Perú, no logró los votos para censurar a ministra de Economía.
Foto: Agencia EFE

El Gobierno peruano ganó este martes la primera batalla de la crisis política al fracasar la moción de censura promovida por la oposición contra la ministra de Economía, María Antonieta Alva, un preludio del juicio político abierto en el Congreso para destituir al presidente Martín Vizcarra.

Alva, la primera ministra de Economía de Perú a la que se le presentaba una moción de censura en 30 años, fue respaldada con 76 votos en contra de la moción frente a los 46 que votaron a favor de destituirla y los 6 que se abstuvieron.

Ver más: Martín Vizcarra, ¿al borde de la destitución en Perú?

Para haber destituido a Alva eran necesarios 66 votos, una mayoría absoluta a la que no se llegó este fragmentado hemiciclo sin partido oficialista donde conviven hasta nueve fuerzas políticas muy dispares y variopintas como fujimoristas, populistas, izquierdistas, ultranacionalistas y religiosos.

Este triunfo del Ejecutivo puede ser una victoria pírrica si dentro de tres días el Congreso destituye a Vizcarra, pues eso llevaría al poder ejecutivo a la oposición de manera interina.

La ministra se salvó gracias mayoritariamente a los votos de los congresistas de Acción Popular y Alianza para el Progreso, los dos partidos mayoritarios en el hemiciclo que son los que precisamente promovieron junto a los ultranacionalistas de Unión por el Perú la apertura del juicio político a Vizcarra.

Preludio al juicio político

Fue un preludio del intenso y crispado debate previsto para el viernes en el proceso de destitución a Vizcarra, al que la oposición busca arrebatar la Presidencia por considerar que no ha sido claro sobre sus vínculos con el cantante Richard Swing, cuyas contrataciones por el Ministerio de Cultura son investigadas por el Congreso.

En este primer asalto se impusieron las fuerzas políticas más alineadas con la política económica de libre mercado del Gobierno, que defendieron la inconveniencia de cambiar a la ministra en plena crisis sanitaria y económica causada por el COVID-19, frente a la izquierda y a posiciones populistas que la culpan del descalabro económico y la destrucción de aproximadamente 3 millones de empleos.

Ver más: Juicio “por incapacidad moral” contra Martín Vizcarra en Perú

“Este debate no puede aislarse de la crisis política del pedido de vacancia (destitución) del presidente. Enfrentamos una triple crisis: sanitaria, económica y política. (...) Por eso no es conveniente censurar ahora a la ministra de Economía”, dijo el portavoz de Somos Perú, Reymundo Dioses.

La moción había sido presentada después de que Alva compareciese dos días consecutivos en el Congreso para someterse a una interpelación de hasta 82 preguntas referentes a su gestión de la crisis.

Algunas de las preguntas estaban repetidas varias veces, lo que el presidente del Congreso, el opositor Manuel Merino, argumentó que era para comprobar si daba la misma respuesta.

Recesión y reactivación

En el trasfondo de la cruzada de la oposición contra Alva está la recesión que se prevé para este año en la economía peruana en torno al 12 % del producto interior bruto (PIB), justo el mismo porcentaje del ambicioso plan de inversión pública acometido por la ministra para amortiguar el golpe económico a las familias y a las empresas.

En total fueron alrededor de 26.000 millones de dólares que el Ministerio de Economía y Finanzas gastó en estos últimos meses de pandemia en programas sociales como bonos dirigidos a familias en pobreza y hogares vulnerables.

Sin embargo, la oposición le echó en cara la lentitud para entregar los bonos y los avales hechos con el tesoro público a grandes empresas para que accediesen a créditos que les permitiesen seguir trabajando, pero en algunos casos estos préstamos fueron utilizados para despedir a trabajadores.

“Para nadie es un secreto que los bonos han fracasado y no han llegado a las familias más vulnerables y que hubo desorganización en su entrega que causó más contagios de COVID-19, pero olvidémonos de la censura y pongámonos a trabajar”, dijo el portavoz de Alianza Para el Progreso, Fernando Meléndez

“Se quiere censurar por temas ideológicos y no objetivos”, advirtió el fujimorista Diethell Columbus, cuyo partido también votó en contra de la censura.

Moción contra líder del Congreso

Antes de votar la continuidad de Alva, hubo otra moción de censura contra Manuel Merino, el presidente del Congreso que asumiría la Presidencia de Perú de manera interina si finalmente Vizcarra es destituido.

Desde el Frente Amplio de izquierdas se buscó su destitución a cargo del Legislativo después de que admitiese haber llamado a altos mandos de las fuerzas armadas antes de que se presentase la moción contra Vizcarra.

Aunque Merino, de Acción Popular, ha rechazado que fuese para buscar el apoyo de los militares en caso de acceder a la Presidencia de Perú, Vizcarra ha asegurado que se trata de un “complot contra la democracia por parte de la oposición”.

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Sin embargo, la moción también fracasó y Merino obtuvo un amplio apoyo del pleno del Congreso al contar con 93 en contra de su salida, votos 10 a favor y 21 abstenciones.

Niegan conspiración

En su alegato de defensa, Merino también negó haber estado negociando los miembros del Consejo de Ministros que conformaría en un eventual gobierno de transición. “¿Ustedes creen que soy un irresponsable?”, dijo.

Ver más: ¿Qué hay detrás del intento de sacar a Martín Vizcarra del poder?

Esta crisis política se produce después de que Vizcarra convocase las elecciones generales previstas para 2021 ante la presunta disconformidad de algunas fuerzas de oposición que buscaban aplazar por lo menos dos años los comicios, según afirmó el primer ministro.

También llega con el país convertido en epicentro mundial de la pandemia del COVID-19, al ser el primero del mundo en tasa de mortalidad con más de 30.800 fallecidos (94 por cada 100.000 habitantes), y el quinto en casos confirmados, al superar los 730.000 contagios acumulados. EFE

Por Fernando Gimeno / EFE

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