"Todos no cabemos, así que hay que elegir. Tenemos que elegir si nuestra etnia, si nuestra raza blanca, si nuestra sociedad debe continuar existiendo o debe ser eliminada. Si los aceptásemos a todos, dejamos de ser una realidad social, una realidad étnica", aseguró el domingo Fortilio Fontana, entre los favoritos al cargo de gobernador de la próspera región de Lombardía (norte), miembro de la Liga Norte, partido xenófobo.
Las palabras de Fontana generaron irritación y polémica, ya que se trata del candidato de la alianza de centroderecha, actualmente en el poder en esa región, quien además cuenta con el apoyo de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi.
"Fue un error, un desliz de la lengua", se justificó este martes Fontana, tras recordar que la Constitución misma habla de las "razas que existen" en Italia.
La Carta magna, aprobada al término de la Segunda Guerra Mundial, usa en efecto el término "raza" en el artículo que establece la igualdad para todos y sin distinción, una forma de condena de las llamadas "leyes raciales" aprobadas durante el fascismo y dirigidas sobre todo contra los judíos.
La llegada de cientos de inmigrantes ilegales a Italia ha generado una suerte de xenofobia, que ha mermado este año por los acuerdos firmados con Libia en julio para frenar los flujos de migrantes ilegales que atraviesan el Mediterráneo en busca de una vida mejor.
Berlusconi por su parte lamentó "la expresión desafortunada", aunque admitió que "los falsos buenos sentimientos(...), bajo la presión de olas incontrolables de migración, pueden socavar los cimientos de nuestra sociedad", dijo.
Comentarios similares a los del líder de la Liga Norte hizo Matteo Salvini, quien considera que Europa está "bajo ataque" y que corre el riesgo de perder su cultura y sus tradiciones.
"Nuestra forma de vida está amenazada, una invasión está en marcha, no es un problema de color de la piel, sino de que siglos de historia pueden desaparecer con la islamización", dijo.