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La versión de Corea del Norte sobre su primer caso de coronavirus no convence a sus vecinos

Pyongyang informó de su primer caso de coronavirus hasta el pasado fin de semana, un hecho que despertó un estado de alerta en el país y varios interrogantes sobre el presunto contagiado.

28 de julio de 2020 - 01:49 a. m.
El líder de Corea del Norte Kim Jong Un.
El líder de Corea del Norte Kim Jong Un.
Foto: AFP - Agencia AFP

Hay más dudas que certezas sobre el manejo de la pandemia de coronavirus por parte de Corea del Norte. El líder de este país, Kim Jong Un, ha venido presumiendo su gestión desde que comenzó la emergencia mundial. Su país cerró fronteras y el gobierno ordenó medidas estrictas para protegerse del virus apenas supo de la existencia de este en Wuhan, China. Como resultado de ese control drástico impulsado por el Comité Central del Partido del Trabajo, Pyongyang no había reportado casos de contagio, según dicen las agencias de propaganda norcoreanas. Pero todo cambió el pasado fin de semana, cuando se informó del primer caso.

Según Corea del Norte, el paciente es un desertor que se fue a Corea del Sur en 2017 y que ahora regresó al país cruzando la frontera de manera ilegal. En Seúl se preguntan cómo un joven pudo burlar la “vigilancia extrema” que existe entre los dos países, por lo que se abrió una investigación exhaustiva del caso.

El ejército surcoreano cree que el desertor, de apellido Kim, cruzó en algún momento entre el 18 y el 19 de julio nadando hacia Corea del Norte a través de la desembocadura de los ríos Han e Imjin, en el flanco oriental de la militarizada frontera entre ambos países, que técnicamente permanecen aún en guerra.

La teoría cobró fuerza tras el hallazgo de una bolsa que aparentemente pertenece al desertor en un desagüe de la isla de Ganghwa (unos 20 kilómetros al oeste de Seúl), donde un taxi lo dejó el 18 de julio.

Pero Corea del Sur no confía del todo en la versión de Pyongyang y cree que el individuo que Corea del Norte citó como un contagio no tiene COVID-19, pues no aparece en sus registros de pacientes con el virus.

Algunos analistas consideran que el régimen norcoreano podría estar aprovechando esta teoría para culpar al Sur y a los desertores ante el pueblo norcoreano y ocultar así su incapacidad para evitar la entrada del virus en el país pese a su estricto cierre de fronteras.

“Esta persona ni está registrada como paciente de COVID-19 ni está clasificada como una persona que haya tenido contacto con pacientes con el virus”, explicó hoy en rueda de prensa el máximo responsable de tareas de desinfección surcoreano, Yoon Tae-ho.

Según la propaganda norcoreana, el desertor ha sido sometido a pruebas médicas y sus síntomas concuerdan con la COVID-19, pero aparentemente no se le ha hecho una prueba PCR, cuyas existencias en el empobrecido país son limitadas (según la Organización Mundial de la Salud, Corea del Norte solo les ha hecho pruebas a 1.117 personas desde el inicio de la pandemia).

“Es posible que el Norte esté utilizando esto como excusa para obtener asistencia del Sur, pero también podrían estar utilizándolo para cohesionar su unidad interna”, agregó por su lado Kim Yong-hyun, profesor de Estudios Norcoreanos de la Universidad Dongguk, en declaraciones a la agencia surcoreana Yonhap.

Aunque el régimen norcoreano, que no permite la entrada de extranjeros desde final de enero, asegura que es el primer posible caso de COVID-19 en su territorio, los expertos creen que la enfermedad ya está presente en el país debido a la porosidad de la frontera con China y a que cientos de personas han podido fallecer a causa del virus.

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