Proponen crear una aplicación para registrar el consentimiento sexual en Australia

Las marchas fueron convocadas en al menos 47 ciudades y regiones australianas

Foto: AFP - STEVEN SAPHORE

Decenas de miles de mujeres marcharon en más de 47 ciudades y regiones en Australia esta semana para protestar contra las denuncias de violencia sexual dentro de las más altas oficinas de la política australiana. La preocupación no es para menos, pues el propio fiscal general del país, Christian Porter, es uno de los señalados. De ahí que Mick Fuller, comisionado de policía de Nueva Gales del Sur (NSW), propuso una aplicación para registrar el consentimiento sexual. Una propuesta criticada por grupos feministas, académicos y algunos políticos de la oposición.

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“La violencia sexual contra las mujeres es un problema real para el que tenemos que buscar una solución (...) Debemos afrontarlo, ya sea a través de la tecnología, la educación o mediante otras ideas”, explicó en rueda de prensa el policía, quien expresó sus dudas sobre la idea, pero defendió que puede “abrir el debate sobre el consentimiento sexual”.

Fuller indicó que de las cerca de 15.000 denuncias por abuso sexual presentadas en 2020 en Nueva Gales del Sur, solo el 10 % termina en los tribunales y un número menor termina con la culpabilidad del acusado. Esto se debe a que las autoridades necesitan pruebas explícitas de que no hubo consentimiento sexual por una de las partes, indicó el policía al remarcar que la tecnología puede ser parte de la solución.

Sin embargo, la profesora Catherine Lumby, de la Universidad de Sídney, describió la idea de “ingenua” y precisó que sería “fácil de manipular” o intimidar para que la víctima selle su consentimiento, en declaraciones a ABC. Por su parte, Hayley Foster, directora del servicio para la Seguridad de las Mujeres en Nueva Gales del Sur, escribió en su cuenta de Twitter: ”El abusador puede simplemente amenazar a la víctima para usar la aplicación”.

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La legisladora regional del Partido Verde Jenny Leong rechazó la idea y dijo que “se necesita una reforma en la ley de consentimiento, educación completa, evitar que los hombres sientan que tienen derecho a lo que quieran, necesitamos un proceso de quejas independiente, necesitamos justicia. Necesitamos igualdad. ¡NO NECESITAMOS UNA APLICACIÓN!”.

De hecho, una aplicación similar de una empresa privada fue lanzada en Dinamarca en enero. Los usuarios podían dar su consentimiento desde sus teléfonos inteligentes. “Al presionar un botón en la aplicación iConsent, se da permiso para ‘una relación sexual‘, que es válida por 24 horas y puede retirarse en cualquier momento”, se lee en la prensa local. La idea se dio luego de una nueva ley que aprobó el Parlamento de Dinamarca para criminalizar las relaciones sexuales sin consentimiento explícito.

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“Ahora queda claro que si ambas partes no acuerdan tener sexo, entonces es violación”, dijo el ministro de Justicia, Nick Haekkerup, al New York Times luego de que los legisladores aprobaron por unanimidad la medida, que entró en vigencia el 1 de enero.

La iniciativa también recibió críticas. “Está muy claro que la aplicación fue desarrollada por alguien que no tiene un enfoque profesional de género, cuerpo o sexualidad, y que tampoco ha escuchado lo que se debatió sobre el consentimiento; volvemos al paso uno al preguntarnos ¿el consentimiento es un contrato o no? De hecho, creo que es un poco absurdo”, dijo Lene Stavngaard, directora de Sex & Samfund, una organización que busca informar sobre planificación familiar en Dinamarca.

Las denuncias de violencia sexual en Australia

Varias voces denuncian, desde hace tiempo, la cultura sexista de la clase política australiana. De hecho, el fiscal general de Australia, Christian Porter, de 50 años, se presentó ante las cámaras del país y negó haber violado a una menor de 16 años cuando él era un adolescente. La joven se suicidó el año pasado.

Porter, que había rechazado de plano las alegaciones, emprendió acciones por difamación contra la cadena pública ABC, la primera que se hizo eco de las acusaciones. La cadena no desveló la identidad del ministro acusado, pero Porter considera que era “fácilmente identificable” y denunció un “proceso mediático”.

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A esta denuncia, se suma el caso de Brittany Higgins quien trabajó en el Partido Liberal de centro derecha de Australia, quien denunció que fue violada por un colega en la oficina del Parlamento de Linda Reynolds, que en la época era ministra de Industria de Defensa y después ministra de Defensa. Desde entonces, el partido ha sido objeto de señalamientos por su mal manejo del caso. Además de Higgins, cuatro mujeres más alegaron que el mismo hombre las violó.

Con información de Efe*