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El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo el viernes que Estados Unidos rechazará la entrada de los miembros del Partido Comunista Chino y otros que se dedican al “doxing”, es decir, difundir datos personales en internet como forma de intimidación.
“Seguiré aplicando esas restricciones de visado para dejar claro que los responsables de acciones que contravengan las normas internacionales no son bienvenidos en Estados Unidos”, dijo Pompeo.
El funcionario señaló al Departamento de Trabajo del Frente Unido, un órgano que rige los derechos de las minorías, la religión y las comunidades chinas en el extranjero, al que a menudo se acusa de perseguir a disidentes y activistas de las comunidades uigur y tibetana.
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China ha encarcelado a más de un millón de uigures y otros musulmanes de habla turca como parte de un agresivo esfuerzo por integrarlos a la fuerza, según grupos de derechos humanos.
Una campaña en línea, que respalda las políticas de Pekín, ataca las páginas de Facebook de los activistas uigures en nombre del Ejército Central de Diba, cuyos vínculos con el gobierno chino no son claros pero que ha sido elogiado por los medios de comunicación oficiales.
El gobierno del presidente Donald Trump incrementó en los últimos meses la presión sobre China, país que fue calificado el jueves por el director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, como “la mayor amenaza a la democracia y la libertad en todo el mundo desde la Segunda Guerra Mundial”.
A principios de esta semana, el Departamento de Estado había dicho que limitaría los visados a los miembros del Partido Comunista Chino a sólo un mes y por una única entrada.
El partido contaba con 92 millones de miembros en 2019, y muchos chinos creen que deben unirse a él para avanzar en su carrera, lo que significa que las nuevas restricciones de visado estadounidense, que también se dirigen a los familiares directos, probablemente afectarán a varios cientos de millones de personas.