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Diez meses pasaron desde la renuncia de Mariano Rajoy a la presidencia de España para que los españoles salieran a las urnas. Después de numerosos pulsos políticos, finalmente llegó el día en el que se decidirán los 350 miembros del Congreso de los Diputados, quienes definirán el rumbo del país ibérico en los próximos cuatro años. Unos comicios a los que Colombia debe prestar especial atención.
La votación de este domingo se da en un momento en el que España, como muchas otras democracias del mundo, vive con una fuerte polarización, causada por la crisis de sus partidos tradicionales. En años anteriores, el conservador Partido Popular (PP) y el progresista Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se repartían el control del gobierno, pero hoy la discusión es mucho más simple y se ha reducido a un pulso entre la izquierda y la derecha.
Las encuestas apuntan de forma unánime a que los socialistas que encabeza el presidente Pedro Sánchez quedarán en primer lugar, pero sin una mayoría de gobierno, lo que lo obligaría a negociar, en función de los resultados, con el partido izquierdista Podemos, liderado por Pablo Iglesias, o con los más liberales de Ciudadanos, el movimiento de centro-derecha.
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La posibilidad de una mayoría de los partidos que cubren el bloque de la derecha parece bastante difícil, según los sondeos. Sin embargo, las encuestas también apuntan a que movimientos alternativos de derecha, como Ciudadanos o el de ultraderecha Vox, podrían ampliar su participación dentro del Parlamento español y alcanzar un número importante de diputados.
A miles de kilómetros de distancia, del resultado de las elecciones españoles debe prestar especial atención Colombia, que aunque históricamente ha mantenido buenas relaciones con los gobiernos conservadores y socialistas españoles, podría influir en varios ejes como el comercial, el diplomático y el político. “De su resultado puede depender la postura de España hacia Colombia y América Latina”, explica Miguel Gomis Balestreri, director de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.
Y es que en materia comercial, España es el undécimo socio de Colombia y su relación ha ido más allá de los intercambios, que el año pasado superaron los 900 millones de euros, de acuerdo con cifras del INE español. “Hace tiempo España se plantó como un socio de entrada en el escenario europeo para los latinoamericanos”, explica Miguel Gomis, quien también recuerda que Madrid fue la que intercedió entre Europa y Colombia para la eliminación de la visa Schengen. Además, cerca de 400.000 colombianos residen hoy en ese país.
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En materia política, según Gustavo Palomares, presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos y profesor en la Escuela Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, una victoria del bloque de la derecha llevaría a España a una política exterior más cercana a los intereses de Estados Unidos y la OTAN. Algo que podría cambiar el papel que tiene España en Colombia “sobre todo en el marco del apoyo al proceso de paz”.
Según Palomares, por otro lado, una victoria de Sánchez y la izquierda haría que la postura de España estuviera más cercana a la de la Unión Europea y sus intereses en Colombia, que son varios. “Esto implicaría más apoyo y seguimiento de la ejecución del proceso de paz, de la JEP, y ayudar a que Colombia tenga mayor resonancia en Bruselas”, explica el presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos.
¿Un cambio frente a la paz?
Uno de los puntos claves que podría verse afectado por los resultados de las elecciones españolas es el apoyo a la implementación del Acuerdo con las Farc. Desde su firma, en 2016, el gobierno español ha destinado cerca de 22 millones de euros a la paz en Colombia. Sin embargo, aunque en el período de Juan Manuel Santos el conservador Mariano Rajoy siempre manifestó su apoyo al proceso, otra cosa puede suceder si la derecha, de la mano de Pablo Casado, el nuevo líder del PP, llega al poder en estas elecciones, de acuerdo con algunas de sus declaraciones en el pasado.A pocos días de que Iván Duque resultara elegido presidente de Colombia en julio de 2018, Casado viajó a Bogotá para reunirse con movimientos de derecha, entre ellos el Centro Democrático y su jefe, Álvaro Uribe Vélez, de quien no ha escondido su “total admiración” y al que considera “un referente personal, moral y político”.
Durante esa reunión, el líder del PP compartió varias de las preocupaciones del expresidente Uribe respecto a los Acuerdos de Paz suscritos con las Farc y llegó a afirmar que la postura de su partido en España era “muy parecida a la que tiene el presidente Duque, en la que no cabe la impunidad contra el narcoterrorismo”.
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Pero si la postura de la derecha es, por ahora, una incógnita, la posición de la izquierda parece estar más clara, debido a que el propio presidente Sánchez alcanzó a compartir algún tiempo de gobierno con su homólogo colombiano Duque, y tocaron el tema en varias ocasiones.
En agosto de 2018, durante su encuentro en Bogotá, a pocos días de la posesión de Duque, ambos mandatarios manifestaron su interés de fortalecer las relaciones entre los dos países, con especial énfasis en el proceso de paz. “España apoya los esfuerzos del Gobierno colombiano para concitar un acuerdo nacional de paz, en el marco de un gran pacto por Colombia”, afirmó el español, quien dijo que confiaba en que Duque “estaba comprometido con la paz”, a pesar de su posición como candidato.
Venezuela: otro punto clave
El tema del manejo de la crisis política en Venezuela, como ha sido común en las contiendas electorales de América Latina en los últimos años, también cobró protagonismo durante la campaña española. En los debates, tanto Pablo Casado como Albert Rivera, líder de Ciudadanos, cuestionaron las posiciones de la izquierda, especialmente la de Sánchez, frente a la crisis, pues critican que el presidente ha optado por buscar puntos de contacto entre el chavismo y la oposición antes de bloquear diplomáticamente a Nicolás Maduro.“Cuando hablamos de Venezuela es simplemente para que la derecha tire los trastos a la izquierda y diga que no somos demócratas; pero España está liderando la respuesta internacional en Venezuela”, se defendió Sánchez en una entrevista concedida al diario El País el pasado viernes.
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Al respecto, Palomares considera que las elecciones del domingo pueden ser cruciales para el destino de la asfixia diplomática al gobierno de Maduro, algo que también tiene directa incidencia para Colombia, que ha liderado esta presión internacional.
“Con una victoria de los socialistas, España seguirá insistiendo en el camino del diálogo y una salida negociada. Esto por encima de cualquier intervención militar”, explica el catedrático español. “Pero si el PP y la derecha salen victoriosos sin duda se endurecerá la posición de España, la acercaría más a la postura estadounidense, y tomaría distancia con respecto a la posición de la Unión Europea”.