Reconocimiento facial del FBI se equivoca más al identificar a afros

Según el informe de un comité del Congreso de EE.UU., el FBI tiene en sus bases de datos los rostros de más de la mitad de los adultos de todo el país sin su consentimiento. Sus sistemas de reconocimiento carecen de regulación.

redacción internacional
27 de marzo de 2017 - 08:30 p. m.
James Comey, director del FBI, durante su audiencia ante el Congreso el pasado 20 de marzo. / AFp
James Comey, director del FBI, durante su audiencia ante el Congreso el pasado 20 de marzo. / AFp

Un comité del Congreso de EE.UU., dedicado a hacer auditoría sobre las políticas de las fuerzas de seguridad, encontró que el sistema de reconocimiento facial del FBI, una de sus armas más importantes al momento de identificar posibles criminales y realizar arrestos de gran escala, carece casi de manera total de regulación y tiene sendos desarreglos en su configuración.

Según los resultados de la pesquisa, los sistemas y algoritmos que utiliza el FBI tienden a equivocarse con más frecuencia al identificar rostros de afroamericanos. En el 15% de las ocasiones comete errores gruesos, que podrían llevar a la captura o acusación de un ciudadano por completo inocente. Diana Maurer, de la Oficina de Responsabilidad del gobierno de Estados Unidos, aseguró: “Gente inocente podría soportar la carga de ser injustamente acusada, incluyendo la implicación de tener investigadores federales que busquen en su casa o en su negocio”. El FBI comenzó a usar estos nuevos sistemas en 2010 y desde entonces, de acuerdo con el comité, no existe certeza sobre su funcionamiento y sus riesgos. El FBI debe presentar un estudio de riesgos —donde se calcula las desventajas del programa y sus posibles consecuencias—; sin embargo, el comité asegura que en los primeros cinco años no existió dicho registro.

El reporte del comité incluso señala que existe una alta posibilidad de que haya un sesgo racial a la hora de identificar presuntos culpables, y que en cualquier caso la identificación del rostro no cuenta como soporte suficiente para iniciar una investigación. Además de las carencias tecnológicas para identificar con mayor certeza a los individuos afros acusados —la policía, además, tiene un sesgo sobre esa población: los hombres afros tienen nueve veces más posibilidades que cualquier otro estadounidense de ser asesinados por la policía, según cálculos de The Guardian—, el programa del FBI tiene en sus bases de datos las fotografías de más de la mitad de los adultos estadounidenses. Entre las bases de datos, como encontró el comité, existen fotografías sacadas de registros y pases de conducción. En buena parte de los casos, no hubo consentimiento por parte de los ciudadanos para que sus fotografías aparecieran en los registros del FBI. Esa entidad tiene, además, un acuerdo con 18 estados para tener acceso a las bases de datos de licencias de conducción.

El líder del comité, Jason Chaffetz, aseguró que la tecnología permite proteger “las fronteras y la nación”, pero también señaló algunas de sus desventajas: “También puede ser usada por actores con malas intenciones o por individuos que buscan perseguir. Puede ser usada de manera que hiera la libre expresión o la libre asociación al apuntar hacia personas que atienden ciertas reuniones políticas, protestas, iglesias u otros tipos de lugares en público”.

Por redacción internacional

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