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Reino Unido, España, Tailandia y otras monarquías en problemas

Las confesiones hechas por el príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle, duquesa de Sussex, son un duro golpe para una institución que ya tenía problemas por evitar modernizarse y conectar con los problemas de los ciudadanos.

08 de marzo de 2021 - 10:58 p. m.
En esta foto de archivo, el príncipe Harry (derecha) de Reino Unido y Meghan Markle asisten a un servicio del Día de la Commonwealth.
En esta foto de archivo, el príncipe Harry (derecha) de Reino Unido y Meghan Markle asisten a un servicio del Día de la Commonwealth.
Foto: AFP - Agencia AFP

Los cuentos de hadas son eso, puro cuento. Desde siempre, los miembros de las monarquías se han visto envueltos en todo tipo de escándalos por ser tan humanos como sus gobernados: infidelidades, enfermedades, odios, malas relaciones, corrupción, tormentosas historias de amor con plebeyos y todo tipo de pecados son tan comunes entre los que están en el trono como entre los ciudadanos del común.

Según encuestas realizadas por organizaciones de países en donde hay monarquía, es justo esa vida “demasiado humana” lo que la gente interpreta como un fracaso; “la antigua imagen de la familia real como un pilar de respetabilidad ya no existe”, dicen los que participan en los sondeos.

Las confesiones hechas por el príncipe Enrique y su esposa Meghan durante la entrevista con Oprah Winfrey sobre su vida en el seno de la familia real británica y su decisión de abandonarla son una prueba de ello.

Sin embargo, el daño que causan las acusaciones de racismo son un golpe casi mortal para la monarquía del Reino Unido, que ahora está en un profundo debate sobre su pasado colonial. Desde su coronación en 1952, la reina Isabel II ha sido una presencia calma para el pueblo británico, pero hoy las nuevas generaciones piden cambios y modernidad; El matrimonio entre Meghan Markel, estadunidense, divorciada y exactriz, y el príncipe Harry, el hermano del príncipe Guillermo, fue visto como un cambio y desde entonces la familia real aumentó su favorabilidad. El cuento de hadas se vino al suelo.

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Actualmente son 45 naciones soberanas; 16 son reinos de la Commonwealth y reconocen la reina Isabel II como su jefe del gobierno. La mayoría de las monarquías europeas modernas son constitucionales y hereditarias con la excepción de los Principados de Liechtenstein y Mónaco, donde los monarcas ejercen una autoridad sin restricciones.

Las monarquías de Camboya y Malasia son constitucionales, a pesar de poseer una enorme influencia social y legal en contraste con sus equivalentes europeas. Los monarcas de Brunei, Marruecos, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Eswatini tienen la más influencia política que cualquier otra fuente de autoridad en sus naciones.

Pero un virus parece atacar a la realeza: el rechazo. España hace unos días se enfrentaba a violentas manifestaciones en contra de la realeza, luego de que Pablo Hasél fuera condenado y capturado por una serie de poemas y cancines llenas de rabia contra la monarquía. Asunto que se sumó a la molestia de la ciudadanía con el rey emérito Juan Carlos de Borbón, quien se autoexilió en Emiratos Árabes Unidos, acosado por varias investigaciones por corrupción y enriquecimiento.

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Como si eso fuera poco, las infantas, hermanas del rey Felipe VI, actual monarca, alborotaron aún más a la ciudadanía luego de que se conociera que recibieron la vacuna contra el COVID-19 en Abu Dabi. La corona española está en el centro de la polémica.

El virus del malestar también tocó a la realeza de Tailandia, en donde criticar a la monarquía puede ser un delito penado hasta con 15 años de prisión. Desde el año pasado miles protestan exigiendo que se le quite poder al Rey y que se anule el delito de “lesa majestad”.

Los problemas por la realeza japonesa son diferentes, pero tienen un grave lío por resolver. El emperador de Japón, Akihito abdicó al trono en 2019, tras un reinado marcado por su pacifismo. Cedió el trono a su hijo, el príncipe Naruhito, en medio de un debate sobre la necesidad de reformas legales que aseguren la continuidad de la familia real japonesa. Hay una actual ley de la Casa Imperial que indica que las mujeres no pueden acceder al trono y deben renunciar a sus derechos dinásticos si deciden casarse con un plebeyo. El mantenimiento de esta ley podría poner en riesgo la sucesión en un futuro no tan lejano, pues hay muchas más mujeres que varones entre los descendientes.

Y finalmente los problemas graves los tiene la dinastía de Arabia Saudita, la familia real más poderosa del mundo y con más miembros. Pero la más polémica también. Según Rober Baer, ex agente de la CIA, “a familia real saudita ha financiado a extremistas durante años”.

El príncipe heredero tiene problemas: informes de inteligencia de EE. UU. señalan que Mohamed bin Salman, el príncipe que pronto será rey, ordenó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

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Aldemar(14308)09 de marzo de 2021 - 12:39 a. m.
Las monarquías están mandadas a recoger hace rato! Estamos en 2021, no en el siglo XVI!
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