Robots y tanques, las nuevas armas de Putin

Desde un nuevo fusil automático hasta un robot de 4,5 toneladas fueron presentados por Rusia en la edición anual de su reconocida feria militar “Armia”. La exposición armamentista llega en un momento de acercamientos entre el gobierno ruso y Europa en el campo de seguridad.

-Redacción Internacional con información de agencias
28 de agosto de 2018 - 12:59 p. m.
Militares rusos recorren la feria "Armia" en la que Rusia exhibió sus nuevas cartas en el campo militar. / EFE
Militares rusos recorren la feria "Armia" en la que Rusia exhibió sus nuevas cartas en el campo militar. / EFE

El proyecto de “refundar Europa” del presidente de Francia, Emmanuel Macron, está en marcha, y una de sus más grandes ambiciones está en el ámbito de defensa y seguridad. El mandatario francés insistió esta semana en “reordenar la arquitectura de la defensa europea” y abogó por incluir a Rusia dentro de la restructuración.

No es el primero en llamar al cambio. En mayo, la canciller alemana, Angela Merkel, señaló que Europa ya no puede contar con Estados Unidos para la protección militar y llamó a sus socios a que tomaran su destino en sus propias manos. En medio del coqueteo entre Europa y Vladimir Putin sobre una posible alianza en seguridad, el gobierno ruso expuso, de nuevo, sus avances en el campo militar. Lea también: Macron busca defensa europea "autónoma", sin Estados Unidos

Rusia mostró su nuevo armamento al mundo en una feria internacional marcada por las sanciones estadounidenses y a la que asisten desde representantes de países aliados del Kremlin, como China, Irán o Corea del Norte, a otros occidentales. "No tenemos nada que esconder. Exhibimos nuestros logros. Estamos abiertos a nuestros colegas extranjeros", aseguró hoy a Efe el general Román Kordiukov en el pabellón de exposiciones "Patriot" del Ministerio de Defensa a las afueras de Moscú.

Son mayoría los delegados de países asiáticos, desde chinos a indios o iraníes, que son habituales clientes de la industria militar rusa, aunque también había expertos y clientes árabes, africanos y europeos. Entre los latinoamericanos, destacó la ausencia del mayor importador de armas rusas del continente, Venezuela, que no acudió este año a la feria debido a la inestabilidad reinante en el país. Le puede interesar: ¿De quién son las armas de Venezuela?

Después de que Putin anunciara a bombo y platillo que Rusia cuenta con armamento nuclear "sin parangón" que puede alcanzar cualquier punto del globo, la feria "Armia" despertó este año una gran expectación. Más de cien mil expertos extranjeros acudieron a la feria para ver los 36 nuevos equipos militares que Rusia presenta en esta edición, aunque el militar agregó que, "en realidad, Rusia ha fabricado este año muchos más".

El consorcio "Kaláshnikov", famoso en el mundo entero por su fusil automático, que figura en los escudos de varios países, fue uno de los puntos más llamativos con sus novedades en armamento ligero hasta un robot antropomorfo de 4,5 toneladas.

"Los primeros días han superado todas nuestras expectativas, tanto por el interés que ha causado entre los rusos como por el interés mostrado por nuestros socios extranjeros y colegas", señaló Kordiukov, que cifró en más de cien los países participantes.

No es para menos, aunque la industria militar rusa no enseñe todas sus cartas. Rusia es el segundo exportador mundial de armamento después de Estados Unidos y nada más entrar en el recinto uno de topa con el todopoderoso misil intercontinental Tópol, que, por supuesto, no está a la venta.

Entre las novedades figuraban también el Buk-M3, equipado con misiles de medio alcance; el sistema de misiles autopropulsado "Derivatsia-PVO", capaz de derribar aviones, helicópteros, misiles de crucero y drones; el blindado "Búmerang" o el vehículo de combate de infantería "Kurganets-25". Mientras, el tanque T-90 M demostró sus capacidades -una velocidad 70 km por hora y 550 kilómetros autonomía- en un polígono militar adyacente al pabellón situado en la localidad de Kubinka.

El monopolio de exportación de armas, Rosoboroneksport, cifró en más de 20.000 millones de dólares el volumen de contratos firmados durante la feria, a lo que se suman pedidos de países asiáticos y africanos, y negociaciones abiertas con países latinoamericanos. "Se trata de armamento de tierra, aparatos no tripulados, medios de lucha radioelectrónica o armamento ligero", comentó Alexandr Mijéev, jefe del consorcio estatal.

Rosoboroneksport reconoció que las sanciones son una "incomodidad", pero lo que Moscú llama "competencia desleal" por parte de Estados Unidos, el mayor competidor para Rusia no ha repercutido en la firma de nuevos contratos o en el cumplimiento de los acuerdos ya existentes.

Ese es el caso de Turquía, que recibirá los prometidos sistemas antiaéreos S-400 a partir del próximo año. Además, adelantó que, a partir de ahora, Moscú renunciará al dólar como moneda de cambio en las transacciones del sector. Eso sí, Rusia denunció las presiones que Estados Unidos ejerce sobre ciertos países para que compren equipos norteamericanos en vez de rusos, como en el caso de Filipinas, cuyo ministro de Defensa, Delfín Lorenzana, visitó la feria.

Ante el sorprendente anuncio de Macron, el jefe del Pentágono, James Mattis, aseguró no estar "preocupado" ante la posibilidad de que la Unión Europea (UE) decida tener una mayor autonomía en materia de Defensa ya que, según dijo, ambas potencias "comparten" una serie de "fundamentos" democráticos básicos.

En los últimos meses se han producido tiras y aflojas entre Washington y Bruselas, y el presidente estadounidense, Donald Trump, ha reprochado a la UE en reiteradas ocasiones su escasa inversión en Defensa y le ha exigido un aumento de su contribución a la OTAN. Aunque Mattis recordó que Estados Unidos y la Unión Europea han estado juntos "en lo bueno y en lo malo", y consideró que la relación entre ambos ha pasado "por tiempos más difíciles" que los actuales. "Cada país tiene sus propias opiniones y sus propios intereses, eso es algo que respeto", concluyó Mattis.

Con esta declaración, el estadounidense quiso quitar hierro a las palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, pero es claro que el acercamiento entre la Unión Europea y Rusia se da al mismo tiempo del distanciamiento entre la eurozona y Estados Unidos.

Por -Redacción Internacional con información de agencias

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