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El sacerdote colombiano, Manuel Ubaldo Jáuregui Vega, prestaba sus servicios religiosos desde hacía seis años en el municipio de Zango, en Angola. Hoy, sin embargo, se conoció que fue asesinado ayer en la noche cuando salía de una reunión.
Según reportes iniciales, al salir de la reunión subió a su camioneta en la chocó una moticicleta. Cuando se bajó para revisar si había daños, el dueño de la moto lo hirió en el pecho dos veces con un cuchillo. A pesar de que que fue trasladado a un centro hospitalario, sus órganos vitales estaban en un grave estado y no aguantaron a llegar al hospital.
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El sacerdote, de 36 años, nació en Cúcuta y se trasladó a África apenas concluyó su ordenamiento. En entrevista con Caracol Radio, Luz Marina Vega, madre de crianza de Jáuregui, dijo: “El siempre fue una buena persona, vivió para servir a la comunidad y nos duele su partida, y más en estas condiciones en donde esta tan lejos, no sabemos qué va a pasar ahora y necesitamos la ayuda del Gobierno para poder traerlo hasta esta región de frontera”.
Además de la tragedia, ahora la familia debe buscar la forma de repatriar el cuerpo, cosa que podría costar hasta 50 millones de pesos. Es por eso que pidieron ayuda a la Cancillería colombiana. Las labores del sacerdote se centraban en la capital de Angola, Luanda. Allí fungía como Vicario Parroquial de la Parroquia Santísima Trinidad de la comunidad misionera de Xaverianos de Yarumal.
Por ahora se desconocen más detalles del caso, pues las autoridades de Angola no se han pronunciado sobre el responsable del hecho o la apertura de una investigación formal.