Llegaron envíos de alimentos provenientes de todo el mundo y promesas de que arribarían más, pero la distribución de los suministros de emergencia ha sido obstaculizada por la inseguridad crónica de este empobrecido país y la mala y frecuentemente inexistente infraestructura carretera y de otro tipo.
“La disponibilidad de alimento no es un problema”, dijo Myrta Kaulard, una representante del Programa Alimentario Mundial de la ONU (WFP) . “El acceso, sí, ése es el problema”.
Miembros de la fuerza de paz de las Naciones Unidas han estado distribuyendo agua y pan con alto contenido proteínico en toda Gonaives, que aún está inundada en gran parte luego de ser azotada sucesivamente por una tormenta tropical y tres huracanes.
Pero han tenido que modificar su sistema y distribuir la ayuda sólo de noche para evitar ocasionar un disturbio entre los ciudadanos desesperados. Un buque de la armada de Estados Unidos, el Kearsage, llegó frente a la costa la noche del domingo con botes anfibios y helicópteros capaces de resolver algunos de los problemas logísticos.
Pero el huracán Ike retrasó su llegada a Puerto Príncipe hasta última hora del día siguiente, y sus helicópteros tardaron dos días en encontrar un lugar seguro donde aterrizar en Gonaives. os botes anfibios y helicópteros del Kearsarge han entregado desde entonces a la ciudad más de 85 toneladas métricas de arroz y harina de frijol.
Pero el arroz no puede ser enviado a los albergues hasta que el WFP envíe implementos para cocinar, dijo Vicky Delore Ndjeuga, un vocero de la misión de Naciones Unidas en Gonaives.
El paso lento de la ayuda fue evidente en Gonaives. Nueve personas ya han muerto en albergues con pocos suministros u organización. Al menos 331 personas fallecieron debido a varias tormentas, y la cifra podría incrementarse.
La inundación provocada por el huracán Ike ha bajado a nivel del tobillo en muchas partes de la ciudad, permitiendo que más personas hambrientas y heridas lleguen a hospitales operados por la organización Médicos sin Fronteras.