El plazo para que el gobierno le diera una respuesta a los manifestantes se venció. Hasta el día de ayer no había anuncio alguno, por lo que las protestas se reanudaron con violencia. El movimiento, que exige desde principios de octubre una renovación del sistema político, quedó eclipsado en las últimas semanas por las fuertes tensiones entre Irán y Estados Unidos, los dos principales proveedores de Bagdad.
Para evitar que las movilizaciones perdieran impulso, los manifestantes dirigieron el lunes pasado un ultimátum de una semana al gobierno para que respondiera a sus demandas. Entre éstas figuran un llamado a elecciones anticipadas, una reforma de la ley electoral, la designación de un primer ministro independiente, y el fin de la corrupción, que se ha tragado en 16 años el equivalente de dos veces el PIB de Irak.
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Desde el domingo, en víspera de que se cumpliera el plazo, jóvenes manifestantes en Bagdad y el sur de Irak empezaron a bloquear carreteras y puentes con neumáticos incendiados
A pesar de la reactivación de las actividades, las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente, y el ejército confirmó la detención de nueve personas, y la reapertura de la principal arteria de la ciudad, la segunda más poblada del mundo árabe, con 9 millones de habitantes.
Tropas de EE .UU.
Además de la plaza Tahrir, centro de las manifestaciones, las movilizaciones se desplazaron asimismo a la plaza Tayaran, donde hubo también enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y lanzamiento de gases lacrimógenos.EE le explica: Irak, un país en continua reconstrucción
Jóvenes iraquíes, enmascarados y portando cascos, erigieron barricadas metálicas para rechazar a la policía antidisturbios. Los enfrentamientos dejaron una veintena de heridos, algunos por bala, según fuentes médicas. Ahora, sin embargo, deben ser muy estratégicos si no quieren que el esfuerzo hecho desde octubre quede empañado por la tensión entre Estados Unidos e Irán.
Los manifestantes temen que otras manifestaciones, como la organizada el viernes por el líder chiita Moqtada Sadr para exigir la salida de las tropas de Estados Unidos, puedan relegar a segundo plano su movimiento de protesta.
Y es que los grupos de protesta, que rechazan cualquier influencia extranjera, lograron una victoria en diciembre con la dimisión del primer ministro Adel Abdel Mahdi. Pero éste sigue dirigiendo el país, ya que los partidos políticos no han conseguido hasta ahora ponerse de acuerdo sobre su sucesor.