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Una encuesta realizada por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) encontró que solo el 2 % de los migrantes venezolanos que viven en Colombia pudieron cubrir las necesidades básicas de su familia entre octubre y diciembre de 2020, incluida la alimentación, ropa y vivienda. La encuesta también señaló que para el 12 % de estas personas, la salud, la educación y conseguir un trabajo era lo más urgente. Solo el 4 % señaló que su prioridad principal era la regularización.
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Considerando el tiempo en el que se realizó la encuesta, la Acnur señala que esta cifra puede estar correlacionada con los efectos que tuvo la pandemia de coronavirus en el país y las cuarentenas que afectaron el mercado informal. Según cifras del Dane de 2019, el 90 % del empleo que tienen los migrantes venezolanos es informal y el salario que reciben es muy inferior al de los colombianos.
Los resultados del informe de 2020 del Observatorio del Mercado de Trabajo de la Universidad Externado tampoco fueron alentadores. Según el documento, solo el 25 % de los migrantes tenía un contrato de trabajo.
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De acuerdo con cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 2019, el 64 % de los 1,8 millones de venezolanos en Colombia cobra menos de un salario mínimo. Los hogares de migrantes tienen de entrada un ingreso 40 % menor que el de los hogares nacionales. Es decir, que por cada 100 pesos que gana un colombiano, un venezolano recibe 60. Y la situación para los venezolanos es peor en otros países de la región. En Ecuador, por ejemplo, el 86 % de los venezolanos recibía menos de un salario mínimo.
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La encuesta de Acnur también reveló que un 71% de las familias venezolanas correrían “riesgos importantes” si regresaran a su país. “Por eso, la población venezolana en Colombia hoy no se puede caracterizar únicamente como migrantes. Por el contrario, un importante porcentaje manifiesta la necesidad potencial de protección internacional”, concluye la agencia. Aún así, el 55 % de los venezolanos ha dicho que no tiene intenciones de aplicar por un estatus de asilado.
Los resultados de la encuesta de la Acnur también muestran problemas relacionados con la seguridad: desde que abandonaron sus hogares en Venezuela, alrededor del 16 % de los encuestados o familiares han sufrido un incidente, principalmente robo y amenazas físicas o intimidación.
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Por todo esto, el Estatuto de Protección para los migrantes se hacía urgente. Como explica el gerente de la frontera de Colombia, Lucas Gómez, este mecanismo le permitirá a los venezolanos regulares acceder a beneficios que hasta ahora no tenían, como abrir una cuenta bancaria y así acceder a fondos de cooperación internacional destinados a emprendedores regularizados.
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“Esto permitirá generar un motor de economía. Dialogo mucho con comerciantes venezolanos y lo único que esperan es regularizarse para comenzar a pagar impuestos, porque además el sentimiento de gratitud con Colombia es gigantesco. Es algo que hay que valorarlo y celebrarlo, porque estamos convencidos de que traerá beneficios desde el punto de vista económico”, señaló Gómez.