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Bahamas no termina de recuperarse tras el paso del huracán Dorian. A los estragos materiales ahora se suman los psicológicos, pues las autoridades han observado con preocupación el posible aumento en los casos de suicidio no solo en sobrevivientes sino en socorristas que participaron en el rescate. Se han presentado además, síntomas de estrés postraumático y depresión, entre otras enfermedades.
Aunque no hay cifras excatas, medios locales especulan con que hasta el 10 % de los 75.000 de los residentes de las Ábaco y Gran Bahamas, islas del noroeste del archipiélago atlántico devastadas por la tormenta, pueden estar en riesgo de sufrir esos desórdenes mentales. El legislador Michael Foulkes reveló esta semana en el Parlamento local que muchas de las personas que sufrieron las consecuencias directas del huracán necesitaban antidepresivos.
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Sands dijo que lo vivido hasta ahora es solamente la punta del iceberg, ya que hay que considerar la cantidad de personas que han perdido a miembros de sus familias y el tiempo les tomará superarlo.
Los funcionarios de salud implicados en labores de atención no tienen una percepción precisa de que podrían verse afectados también por estos problemas mentales, según aseguró Sands.
Dijo que los problemas de ansiedad, depresión o cualquier otro podrían afectar a un número cercano a las 7.500 personas. "Hay una serie de personas que han estado trabajando durante seis semanas seguidas, tales como policías, oficiales de la fuerza de defensa y servicios sanitarios, individuos que pueden verse afectados", sostuvo.
"Este no es un evento ordinario en la vida de Bahamas. A eso se agrega el estrés", dijo Sands.
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El funcionario resaltó que por ello los esfuerzos para combatir esta situación tendrán que aumentar. "Este no es un problema en el que ahora podamos relajarnos", destacó.
Según información gubernamental en las últimas dos semanas ha habido al menos dos suicidios en las zonas afectadas por el huracán, aunque en el archipiélago atlántico se han registrado más suicidios este año que en los últimos siete.
El huracán Dorian provocó daños materiales que rondan los 7.000 millones de dólares, según las estimaciones oficiales. El paso del ciclón sobre el noroeste de Bahamas dio pie además que el Gobierno intensificará su presión sobre los inmigrantes en situación irregular, principalmente de origen haitiano.