Publicidad

Tailandia, al borde del abismo

Así está la situación política en ese país.

Ana María Durán / Bangkok
18 de mayo de 2010 - 10:04 p. m.

Fue el jueves de la semana pasada cuando la situación en Tailandia se complicó aún más. Ese día el oficial Maj Gen Khattiya, más conocido como Seh Daeng (el comandante rojo) recibió un disparo en la cabeza que lo dejó varios días en coma. El martes murió y las manifestaciones —que comenzaron el pasado mes de abril y que han dejado 37 muertos— amenazan con salirse de control. Este hombre era uno de los líderes de los camisetas rojas, los manifestantes que le piden al gobierno tailandés anticipar las elecciones.

Especialistas dicen que con este es un fuerte golpe para la protesta. Sin embargo, Jatuporn Prompan, otro de los líderes del grupo, pronostica un posible enfrentamiento contra el gobierno. “Si la muerte puede traer democracia y justicia estamos listos para morir. Estamos preparados para enfrentar lo que viene”.

Paradójicamente, el pasado 12 de mayo, Seh Daeng, en entrevista al Bangkok Post, confirmó no temerle a la muerte ni a la posibilidad de un posible atentado: “No tengo miedo a morir. Si tuviera miedo, ¿quién lideraría a los camisetas rojas? Todo lo que tengo es una pequeña pistola y un palo. Si alguien viene a arrestarme le aseguro que dispararé y defenderé mi vida hasta el final. Los soldados que me están buscando, hay francotiradores en todas partes, pero nunca me encontrarán. Soy el comandante y líder de las camisetas rojas, no le tengo miedo a nadie”.

Alrededor del campamento de los camisetas rojas, en la capital tailandesa, hay barricadas armadas con llantas, palos y alambres. También se sellaron los centros comerciales, se suspendió los sistemas de bus y de metro, servicios de agua y electricidad, así como se bloquearon líneas telefónicas.

Por Ana María Durán / Bangkok

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar