“Tenemos que mejorar en cómo curamos las heridas de los conflictos”: presidente Asamblea General de la ONU

El diplomático eslovaco, al frente de la Asamblea General, estuvo en Colombia hablando de paz, desarrollo y migración, entre otros temas. Reconoció los esfuerzos de Colombia para recibir migrantes de Venezuela.

Alfred Davies
21 de marzo de 2018 - 03:00 a. m.
El presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miroslav Lajcak.  / Gustavo Torrijos
El presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miroslav Lajcak. / Gustavo Torrijos

Usted jugó un papel clave en el posconflicto en los Balcanes. ¿Cuáles son los desafíos para mantener la paz en general y cómo se puede mantener la paz en Colombia?

Primero, debemos enfocarnos más en la prevención. Esto significa que, cuando vemos señales de que una situación avanza hacia un conflicto, tenemos que meternos y actuar, porque lo que pasó en Ruanda no ocurrió de la noche a la mañana. Había señales, pero la comunidad internacional no se unió y no tuvo la resolución para hacer algo y meterse, y eso fue una gran crisis. Por eso la prevención de conflictos y el papel de la ONU en este asunto es una de mis prioridades más importantes. Tenemos que mirar las herramientas disponibles, cómo las usamos y lo que falta. Prevención de conflictos se trata de diplomacia, mediación y negociación. Estoy organizando un evento importante en abril, que se centrará en estos asuntos, como sostener la paz y prevenir conflictos. He invitado a muchos huéspedes importantes —presidentes, primeros ministros, ministros del exterior—. El presidente Santos vendrá para hablar del ejemplo colombiano. Segundo, es lo que hacemos después del estallido de un conflicto: la estabilización del posconflicto. Creo que tenemos que mejorar la manera como curamos las heridas de los conflictos y como unimos las sociedades. El conflicto no se termina con el fin de las hostilidades ni con el fin de las matanzas, porque dejan grandes divisiones en las sociedades, mucha frustración y mucho dolor. Pues en eso, otra vez, Colombia podría ser un modelo, porque actualmente lo que está pasando aquí es la implementación masiva del Acuerdo de Paz, el trato que acabó 50 años de guerra. Pero actualmente, el país está trabajando para la reintegración de exrebeldes, para la educación y para cambiar la vida de todas las personas afectadas por el conflicto. Todo eso está pasando con el apoyo de la ONU y de la comunidad internacional. El fin del conflicto será solamente cuando estemos seguros de que mantendremos la paz.

Durante años, Colombia ha sido un país emisor de migrantes. Hoy, sin embargo, está recibiendo miles de personas de Venezuela. ¿Cómo puede la Asamblea General ayudar al país a prepararse para este flujo migratorio?

Primero, estamos muy agradecidos por la generosidad del Gobierno colombiano hacia las personas que están sufriendo y por acoger a más o menos 500.000 personas de Venezuela. Las están tratando con dignidad y les dan la oportunidad de vivir una vida decente y conseguir empleos. La ONU puede ayudar: nuestras agencias especializadas pueden apoyar con conocimiento, experiencia y recursos. Por supuesto, la situación en Venezuela requiere una solución política y tenemos expectativas de los colaboradores regionales. La mejor solución siempre se encuentra dentro del país o con el apoyo de colaboradores regionales.

La migración parece ser uno de los problemas que impulsan la llegada de los gobiernos de extrema derecha al poder en muchos países del mundo. Aunque las cifras de migración han disminuido en Europa después de la crisis de 2015, el continente demostró tener grandes dificultades para manejar el problema. ¿Qué puede hacer la Asamblea General para que los países europeos puedan dar la bienvenida a los miles de refugiados que llegan, sin empeorar la crisis?

En la Asamblea General estamos negociando un documento que se llama Global Compact for Safe Orderly and Regular Migration y debería ser acordado en julio y adoptado formalmente en diciembre. Este documento será la primera infraestructura multilateral que aborda el asunto de migración. Eso debe ayudar a todos los estados miembros a acordar una filosofía común para abordar la migración. Además debemos cambiar del modo reactivo al proactivo, e intentar multiplicar los aspectos positivos de la migración y limitar los negativos. En la ausencia de una infraestructura global, los estados miembros están reaccionando en capacidad nacional y a corto plazo, y es por eso que no somos capaces de abordar el asunto de migración, y muchas fuerzas xenófobas lo han aprovechado. Entonces espero que este documento sea un punto de inflexión y nos ayudará a ver la migración como realidad, no como amenaza, y espero que nos ayudará a abordar el fenómeno global de la manera correcta.

A la luz de este marco global, ¿qué puede hacer la Asamblea General para proteger los cientos de migrantes que se verán afectados por el muro que Donald Trump planea construir en la frontera con México?

El gobierno estadounidense se retiró del proceso, es el único país que no está participando en las negociaciones de Global Compact. Claro que Estados Unidos es un país enorme y un miembro muy importante de la ONU, pero todos los otros países están determinados a completar el proceso y hemos clarificado que lamentamos la decisión de EE. UU., pero la puerta está abierta para cuando quieran unirse al proceso. La migración es un fenómeno global que ningún país puede abordar de manera individual, pues requiere una gestión global y eso es lo que estamos intentando hacer. Personalmente, espero que algún día los Estados Unidos decidirán unirse al proceso.

La extrema derecha se extiende peligrosamente por Europa. El Alto Comisionado de Derechos Humanos alertó por el dicurso de racismo y xenofobia. ¿Qué se puede hacer desde la Asamblea General?

La Asamblea General existe para dar infraestructura global, para adoptar los documentos globales. Tenemos la convención global contra el racismo y por supuesto apelamos a los estados miembros para que se unan a estos documentos, los firmen y los ratifiquen. Entonces, estamos obligados legalmente por la infraestructura legal, pues eso es una cosa. La segunda parte es establecer un ambiente en el que no se toleran estos actos. Obviamente, la implementación está en las manos de los estados miembros, con la sociedad civil y otros medios, pero la Asamblea General existe para dar la infraestructura global y eso es lo que hacemos.

Usted dijo en su discurso inaugural, en mayo de 2017, que quería centrarse en la lucha por la paz. ¿Qué se puede hacer con respecto a Siria, un conflicto que entró en su séptimo año, donde la población civil ha sufrido incluso ataques químicos?

Soy partidario de la ONU y soy admirador de todos los logros de la organización, pero al mismo tiempo, con mi experiencia de 30 años como diplomático profesional y ocho años como ministro del Relaciones Exteriores, deseo que la ONU tenga más éxito en asuntos de paz y en particular en la prevención de conflictos. Después de que estalla un conflicto, es responsabilidad principal del Consejo de Seguridad y, como saben, ya hace siete años que este Consejo ha tenido muchas dificultades con el asunto de Siria, acuerdos y desacuerdos, mientras las personas siguen muriendo. Hace dos años, la Asamblea General creó un instrumento nuevo, un mecanismo investigativo para perseguir y procesar crímenes contra la humanidad en Siria. En los próximos días recibiremos el primer informe sobre este tema, y los estados miembros abordarán el tema, lo que significa que, con todo respeto para las responsabilidades del Consejo de Seguridad, los estados miembros de la Asamblea General no quieren esperar sino que desean jugar un papel también.

Usted habla de la urgencia de hacer que un planeta sea sostenible. ¿Cómo pueden abordar las Naciones Unidas este problema cuando uno de los países más grandes, los Estados Unidos, niega el calentamiento global y rechaza los Objetivos del Desarrollo Sostenible?

Es muy importante y muy positivo que los líderes reconozcan este peligro, y en París llegaron a un acuerdo que es un equilibrio de varias posturas nacionales y opiniones diferentes, pero en general un buen acuerdo. Lo que tenemos que hacer ahora es implementarlo, proveer la subvención necesaria. Lo único que puedo decir es que aceptamos y lamentamos la decisión del gobierno de los Estados Unidos de retirarse del acuerdo, pero al mismo tiempo hemos notado las posturas de varios estados en los Estados Unidos, muchas empresas, muchas ciudades que han afirmado que seguirán implementando y respetando esta infraestructura global, y otra vez espero que esta decisión sea temporal, porque, como con la migración, o aún más que la migración, el cambio climático es global, ningún muro puede parar el cambio climático, entonces sufriremos o aprovecharemos nuestras medidas comunes.

¿Cómo va la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU?

El tema de la reforma del Consejo de Seguridad está presente en la ONU y la Asamblea General desde hace muchos años. La composición, de cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, refleja las realidades de la época cuando nació la ONU: 1945. Ahora estamos en un momento diferente. África está infrarrepresentado, varios países de Asia también y América Latina merece una mejor participación. El proceso está en progreso, y como presidente de la AG, lo que yo puedo hacer es crear las condiciones para hacerlo, y es lo que estoy haciendo. Insto a que los estados miembros sean conscientes de sus responsabilidades y les pido un proceso creíble que puede dar un resultado significativo. He nombrado a dos cofacilitadores del proceso, pero el éxito de la reforma depende de los estados miembros.

Eslovaquia está actualmente en las noticias por el asesinato de un periodista. ¿Qué se puede hacer para prevenir los ataques contra periodistas?

Todo el mundo reacciona de una manera muy sensible cuando asesinan a un(a) periodista. Ya hemos visto eso en Malta y ahora lo estamos viendo en Eslovaquia. Los eslovacos no son famosos por marchar en las calles sino por ser un pueblo tranquilo, pero ya hace varias semanas los vemos en las calles; el primer ministro dimitió y también lo hizo el ministro del Interior. La reacción y una investigación compleja y profunda están en progreso para saber la razón detrás esta tragedia. No deben quedar dudas de que el país debe saber la verdad. Lo que estamos viendo es que el pueblo respeta y valora la prensa libre. Los medios en una sociedad democrática tienen un papel muy importante, de actuar como un perro guardián de los gobiernos, y lo digo como ministro del Exterior de turno, y tan difíciles como los medios pueden ser a menudo, prestan un buen servicio al público, para que los gobiernos estén bajo mucho escrutinio y tomen decisiones de una manera transparente. El papel de la prensa sigue siendo ése, y el de los gobiernos es no limitar la libertad de los periodistas. Y les digo algo: Eslovaquia clasifica muy alto en los informes sobre libertad de prensa, así que esta situación no tiene precedentes en el país. Nunca había pasado algo así y es por eso que la gente reacciona con tanta emoción.

Por Alfred Davies

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