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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es impredescible. Nadie, ni siquiera sus más cercanos funcionarios, saben a ciencia cierta qué piensa o qué puede decir. Trump se considera como un personaje impulsivo, y de ahí que cada cosa que diga pueda ser utilizada en su contra.
Dos meses después del roce diplomático que lo enfrentó a Trump y al presidente de Colombia, Iván Duque, de quien dijo en algún momento "no había hecho nada", el mandatario estadounidense afirmó durante una entrevista que tiene una "excelente relación" con el jefe de estado colombiano.
"Tengo una muy buena relación con el presidente de Colombia. Me han dicho que está haciendo un buen trabajo", dijo Trump durante una entrevista con el canal latinoestadounidense Telemundo. La respuesta del mandatario vino después de que el entrevistador le preguntara si estaba planeando visitar un país latinoamericano pronto.
Sin embargo, los temas que ocuparon la agenda de la entrevista fueron las situaciones de Venezuela y Cuba, en las que Estados Unidos ha optado por tener un papel protagónico.
"Hemos sido muy, muy duros. Alguna gente dirá que hemos sido demasiado duros. Yo digo que no hemos sido lo suficientemente duros", afirmó Trump en una entrevista con Telemundo
El mandatario estadounidense también definió como "un proceso" su reconocimiento de febrero al opositor Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, un cargo que no ejerce.
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Trump también presumió de haber sido "duro" con Cuba y defendió la decisión de imponer nuevas sanciones contra la isla y fustigó las políticas de su antecesor, Barack Obama, que había permitido que algunas empresas estadounidenses, entre ellas varias turísticas, hicieran negocios en territorio cubano.
"He sido muy, muy duro con Cuba. Nadie ha sido como yo con Cuba. Vamos a resolver lo de Cuba. No de la forma que lo hizo Obama, que fue un desastre. Vamos a encargarnos de Cuba".
Trump se mostró confiado en que su "dureza" con Cuba y Venezuela le permita ganarse la simpatía de los electores en Florida -con mucha inmigración de estos dos países- y ganar de nuevo este estado clave en las elecciones de 2020.
El tema de la migración también ha sido clave para Trump, que se encuentra en campaña. El presidente dijo estar dispuesto a reunirse con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para revisar las medidas para frenar la inmigración ilegal a través de la frontera sur.
Sin embargo, como lo hiciera en la campaña para su primera elección, Trump amenazó con deportar a "millones" de inmigrantes a partir de la próxima semana, y afirmó que los votantes latinos apoyan esa medida.