Tras la devastación de Mosul, el papa pasó a la esperanza de Qaraqosh, donde los habitantes, en su mayoría cristianos, han comenzado a reconstruir su vidas, sus casas y sus iglesias. En esta ciudad de la llanura de Ninive, donde se concentraban la mayor parte de los cristianos de Irak, Francisco pudo ver cómo la catedral de la Inmaculada de Qaraqosh, ciudad a la que los cristianos llaman en arameo, Bajdida, ha sido totalmente reconstruida tras ser quemada por los terroristas.
Foto: AFP - VINCENZO PINTO