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El Tribunal de Distrito de Fangshan en Beijing le ordenó a un hombre compensar a su esposa por las labores domésticas que realizó durante los cinco años que vivieron en matrimonio. El valor de la compensación es de 50.000 yuanes (US $7.700), además de una pensión alimenticia mensual de 2.000 yuanes, según informó la BBC.
La mujer demandante en este caso había sido reacia al divorcio en un principio, pero luego aceptó la separación y solicitó la compensación económica por las responsabilidades domésticas, incluido el cuidado de su hijo, puesto que su exesposo no había asumido ninguna de estas tareas.
El juez del caso señaló que el fallo tomó en cuenta el nuevo código civil de China en el que un cónyuge tiene derecho a solicitar una indemnización si tiene más responsabilidad en la crianza de los hijos, en el cuidado de parientes ancianos o en otros tipos de asistencia.
“Las tareas del hogar constituyen un valor de propiedad intangible”, señaló el juez.
El caso despertó un debate en redes sociales en donde se señaló que el valor de la compensación era muy bajo.
“Estoy sin palabras. Se subestima el trabajo de un ama de casa a tiempo completo. En Beijing, contratar una niñera por un año cuesta más de 50.000 yuanes”, apuntó un usuario de la plataforma de microblogging Weibo. “Es justo que se le dé el dinero, pero es muy poco. Si sales a trabajar durante medio año ganarías más que eso”, comentó otro usuario.
Este es el primer fallo de este tipo por lo que se considera una decisión histórica. Sin embargo, aún falta mucho para reconocer el verdadero valor que constituyen las tareas del hogar. Con el monto fijado, el juez también estaba perpetuando la devaluación del trabajo doméstico.
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Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las mujeres chinas dedican casi cuatro horas al trabajo no remunerado. Esto, según los cálculos de la organización, es aproximadamente 2,5 veces más que los hombres. Una cifra más alta que el promedio.
En Colombia, las mujeres rurales dedican 7 horas 52 minutos diarios a las actividades relacionadas con el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, mientras que los hombres dedican 3 horas y 6 minutos en la misma actividad.
¿Qué hacer para garantizar los derechos de las mujeres?
Para avanzar hacia la autonomía económica, política y física de las mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) propone afrontar la desigualdad en la prestación de cuidados no remunerados a través del reconocimiento, la reducción y la redistribución del trabajo entre las mujeres y los hombres, así como entre las familias y el Estado. “Que existan más colegios, guarderías, comedores comunitarios y lavanderías públicas, donde las mujeres puedan realmente descargar esas tareas de cuidado”, explica Natalia Moreno, economista y magíster en estudios de género.
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