Trump ahora pide a Turquía detener ataques en Siria y eleva su discurso

Después de haberle dejado el camino libre a Turquía para iniciar una poderosa operación militar en el norte de Siria, el presidente estadounidense Donald Trump parece arrepentido de su pasividad frente a los ataques, y ha anunciado que activará sanciones si la ofensiva turca no se interrumpe.

* Redacción AFP y EFE
12 de octubre de 2019 - 01:12 a. m.
Donald Trump mostró una posición pasiva frente a los ataques de Turquía en el norte de Siria. Ahora parece arrepentirse de ello. / EFE
Donald Trump mostró una posición pasiva frente a los ataques de Turquía en el norte de Siria. Ahora parece arrepentirse de ello. / EFE

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien fue duramente criticado por su manejo de la ofensiva militar turca contra los kurdos en el norte de Siria, ha abandonado su posición pasiva frente a los atauques y le ha pedido al mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, que detenga su operación, amenazándolo con sanciones.

“El presidente ha autorizado y firmará una nueva orden ejecutiva que da al Departamento del Tesoro (el poder de imponer) sanciones nuevas muy significativas que pueden dirigirse contra cualquier persona vinculada al Gobierno de Turquía”, anunció el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tras reunirse con Trump en la Casa Blanca. En un comunicado, el Departamento del Tesoro aclaró que el objetivo de las sanciones, que no se activarán de inmediato, es “disuadir a Turquía de seguir con su acción militar ofensiva en el noreste de Siria”.

El domingo pasado, tras una llamada telefónica con Erdogan, Trump anunció la retirada de las tropas de su país de Siria y, al tiempo que avisó de que tenía conocimiento de la ofensiva militar turca, advirtió que no la apoyaría, pero que tampoco dijo que se involucraría en la operación. Esto fue interpretado como un visto bueno a la operación militar del Gobierno turco contra los kurdos, que era un plan que mantenía vivo Erdogan desde hace años y al que hasta ahora se venía oponiendo explícitamente Washington.

Sin embargo, con el paso de los días y en medio de fuertes críticas que han incluido a su propio partido, el Republicano, Trump ha ido endureciendo su discurso hasta llegar a la advertencia de hoy de que ya se están preparando sanciones, alegando la posibilidad de que haya ataques “indiscriminados” que afecten “a civiles, infraestructura civil y minorías étnicas o religiosas”, o que se "deje escapar" a presos del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El Espectador le explica: ¿Cuál es el problema entre los kurdos y Turquía?

“Estas son sanciones muy poderosas, esperamos no tener que usarlas, pero podemos paralizar la economía turca si necesitamos hacerlo”, subrayó Mnuchin en una conferencia de prensa. Las amenazas de sanciones también pretenden proteger a la Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza de milicias encabezada por los kurdosirios y que ha sido un importante aliado de Estados Unidos en su combate contra los yihadistas del Estado Islámico.

Estas palabras parecen tener como fin aplacar las críticas que ha recibido Trump de muchos sectores, incluidos los republicanos, después de que en días pasados hubiese llegado a despreciar a las FSD y decir de ellas que EE. UU. no tenía ninguna obligación de proteger a los kurdos porque “no ayudaron al país en la Segunda Guerra Mundial”.

La retirada de tropas, que en un principio despejó el camino para la ofensiva turca, ha abierto grietas entre los republicanos en un momento en que Trump necesita más alianzas entre los legisladores. En el Congreso está en marcha una investigación para destituir a Trump debido al escándalo por sus gestiones con las autoridades de Ucrania para que investigasen y obtuviesen pruebas de presunta corrupción contra el exvicepresidente Joe Biden, que se perfila como favorito para ser su rival en las elecciones de 2020. Le puede interesar: La amenaza de Turquía pone a temblar a Europa

Uno de los últimos congresistas en anunciar su ruptura con Trump ha sido el republicano John Shimlus, quien aseguró que había pedido retirar su nombre de la lista de legisladores que apoyan al gobernante, aunque seguiría apoyando su agenda política nacional.

“El presidente Trump es un populista que quiere poner a Estados Unidos primero, en detrimento de nuestros aliados y amigos (...) A algunos en este país puede que les guste eso, a mí no”, declaró el legislador y hasta ahora fiel aliado del mandatario en unas declaraciones recogidas hoy por los medios.

Aparte de la inacción inicial de Trump, que dejó en la estacada a las fuerzas kurdosirias, la irritación en el Congreso parece deberse también a los constantes vaivenes y falacias del gobernante sobre este tema. Trump insiste en sus declaraciones y discursos de campaña en que el repliegue militar estadounidense de Siria es total, pero otras instancias del Gobierno han explicado que eso no es cierto.

Según fuentes oficiales citadas por los medios locales, la presencia castrense en Siria continúa, y lo único que ha ocurrido es que se ha retirado al medio centenar de soldados que se encontraban en la zona del nordeste de ese país en la que iba a registrarse la ofensiva turca, pero aún hay cerca de un millar de efectivos en otras partes.

Turquía, entre tanto, intensificó este viernes su ofensiva contra las milicias kurdas en el norte de Siria con el objetivo de controlar la región, una operación que empezó a provocar un importante éxodo de al menos 100.000 civiles. La operación militar, lanzada el miércoles, en la que participan fuerzas áreas y terrestres, suscitó las críticas internacionales. Varios países, especialmente europeos, están preocupados por el destino de los civiles y por la posible fuga de numerosos yihadistas detenidos por las fuerzas kurdas.

“Unas 100.000 personas han abandonado sus hogares”, indicó el comunicado de las Naciones Unidas, emitido en el tercer día de la ofensiva de Ankara. Este viernes, violentos combates tenían lugar entre las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) -una coalición de combatientes árabes y kurdos- y las tropas turcas y sus apoyos sirios en el noreste de Siria, según una oenegé.

Las FDS luchan para contener el avance en el terreno de las fuerzas turcas, que el jueves conquistaron 11 pueblos, dos de los cuales fueron recuperados desde entonces por los kurdos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los combates se concentran en una franja de 120 kilómetros, a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía. Las ciudades de Tal Abyad y Ras al Aín son las más afectadas por la violencia, confirmó un centro de prensa afiliado a las autoridades kurdas locales.

Según un balance del OSDH, 54 combatientes de las FDS fueron abatidos, en tanto Turquía ha reportado la muerte de cuatro soldados sirios y de 17 civiles por la caída de cohetes kurdos en ciudades fronterizas con Siria. Además, al menos 17 civiles murieron en los ataques aéreos y los disparos de artillería turcos desde el inicio de la ofensiva. Siete de los civiles fallecidos perdieron la vida en ataques ocurridos este viernes. Por su parte, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado con coche bomba en la ciudad con mayoría kurda de Qamichli, con saldo de al menos seis muertos.

Por * Redacción AFP y EFE

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