:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/WzDZH4_R1Gr6uiETJmWsSLGInUQ=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/IQICSUCRFBFTNANSKTSUHNHUL4.jpg)
El intento del presidente paraguayo Horacio Cartes de hacerse reelegir a la brava mediante un proyecto de ley aprobado por la bancada oficialista y senadores cercanos al expresidente Fernando Lugo tiene a Paraguay encendido. Ayer, en horas de la noche, el Congreso fue asaltado e incendiado por manifestantes y Rodrigo Quintana, un hombre de 25 años, murió a manos de la Policía durante un operativo en la sede del opositor Partido Liberal. Los uniformados actuaron "como sicarios", le dijo un concejal, Diego Garcete, a ABC de Paraguay.
Quintana, dirigente de la Juventud Liberal, se encontraba en la sede de su partido cuando la Policía ingresó y le disparó. Así lo informó la fiscal de Paraguay, Raquel María Fernández, quien ordenó que se investigue el hecho. Otras 211 personas fueron detenidas.
El presidente, en vez de pedir que se retire el cuestionado proyecto que, se esperaba, fuera votado hoy en la Cámara de Diputados, arremetió contra la oposición. "Insto a la ciudadanía a mantener la calma y no dejarse llevar por quienes desde hace meses vienen anunciando hechos de violencia y derramamientos de sangre. El incendio del Congreso demuestra que un grupo de paraguayos empotrados en la política y en medios masivos de comunicación no escatimarán esfuerzos para lograr el objetivo de destruir la democracia", dijo el presidente.
En Paraguay la reelección está prohibida desde que ese país regresó a la democracia. Pero la bancada oficialista y seguidores del expresidente Lugo (que quieren que este vuelva al poder) han decidido presentar este proyecto a favor del presidente Cartes, causando un profundo malestar entre sus opositores y, en general, entre los paraguayos.