“Una acción militar en Venezuela es un mito”: Geoff Ramsey

Geoff Ramsey, director para Venezuela de WOLA. / Archivo Particular

Vuelve a subir la tensión con Venezuela. Días después de que Estados Unidos abriera un proceso judicial por narcoterrorismo y ofreciera una recompensa por US$55 millones por el presidente Nicolás Maduro y cuatro miembros de su Gobierno, la Administración de Donald Trump presentó un plan para una “transición democrática” en ese país, según explicaron, encaminada a lograr una salida pacífica a la crisis. El tono “conciliador” de la propuesta se estrelló dos días después con el anuncio de una operación antinarcóticos en el Caribe, desplegando destructores, barcos de combate y aeronaves de vigilancia. ¿A qué juega Washington?

Para entender hacia dónde van estas movidas de EE. UU., El Espectador habló con Geoff Ramsey, director para Venezuela de The Washington Office on Latin America (WOLA), organización independiente de investigación.

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¿Cómo entender los anuncios que ha hecho EE. UU. sobre Venezuela en ocho días?

Nada de esto es gratis, estamos en un año electotral en EE. UU. y Donald Trump necesita el apoyo de cierto sector de su base en el Estado de Florida, clave para su reelección.

¿El tema de Venezuela tiene tanto peso electoral, más en plena crisis por el COVID-19?

Venezuela tiene mucha importancia para un sector organizado de lobby proembargo a Cuba, que siempre han visto el tema venezolano como un paso para lograr la transición en Cuba; esos actores tienen mucha influencia dentro de la Casa Blanca y también en las estructuras políticas en Florida.

Muchos dicen que lo único en Venezuela es una salida negociada, pero, ¿negociar con Maduro, quien ha demostrado no ser confiable?

Claro que hay que reconocer que Maduro no ha negociado de buena fe en esfuerzos anteriores, pero después del proceso de paz en Colombia aprendimos que hay que intentar varias veces antes de lograr una negociación seria y creíble. Es un gran error pensar en lo que quiere Maduro, hay que pensar en la presión interna dentro del chavismo para lograr una transición. Por eso considero que fue un error gravísimo de EE. UU. acusar a figuras de la cúpula en el poder como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López y del juez del Tribunal Supremo, Maikel Moreno.

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¿Por qué un error si hace muchos años se viene hablando de la corrupción en el entorno chavista?

El punto es que estas personas son claves en cualquier tipo de transición, incluso el Gobierno de EE. UU. ha apelado abiertamente a ellas para apoyar un quiebre dentro del régimen. Estas acusaciones bajan los incentivos para apoyar una transición; si lo hacen, podrían terminar en una cárcel estadounidense.

¿Vladimir Padrino es la ficha clave?

Él tiene un peso muy importante en la estructura militar de Venezuela. Una transición sin su apoyo y el de sus tropas sería imposible.

Maduro ya rechazó el plan de transición, ¿qué sigue ahora, invasión militar?

No, no hay ningún interés político ni en Gobierno ni en el Congreso para una intervención armada, eso es un mito. Halcones como Marco Rubio y Rick Scott votaron a finales del año pasado a favor de Ley Verdad, que dice explícitamente que la mejor transición en Venezuela será a través del diálogo. Ellos saben que una intervención puede terminar en una insurgencia que podría durar años.

¿Qué papel juega Rusia?

Es clave, están buscando un acuerdo político que involucre los intereses rusos en Venezuela (petróleo, gas, inversiones) y no solo eso, hay que buscar una transición acordada también con China, otro aliado del régimen de Maduro.

Pero hay quienes dicen que el plan de transición presentado por EE. UU. es la oportunidad para el cambio...

Esa propuesta demuestra que hay un reconocimiento creciente a que el levantamiento de sanciones, negociaciones y elecciones presidenciales serán claves en cualquier tipo de acuerdo político. Pero todo dependerá de la flexibilidad del Gobierno de EE. UU. frente a una contraoferta del chavismo.

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¿Cuál sería el papel de Colombia?

Colombia necesariamente debe ser el más interesado en una transición pacífica. Al Gobierno de Iván Duque no le conviene una acción militar, a pesar de su retórica de mano dura.

Las amenazas de EE. UU. no han hecho otra cosa que atrincherar más a Maduro y despertar un sentimiento antiestadounidense. ¿Esta vez será igual?

El timing del anuncio es esquizofrénico, decir al mismo tiempo que toda la cúpula militar y política en Venezuela podría terminar en una cárcel si hay transición y luego decir que quieres negociar con esas mismas figuras es un contrasentido. Ahora, con el tema de la pandemia esto puede ser peor: sabemos que no tienen los recursos para atender una crisis y sin ayuda internacional el coronavirus será una catástrofe humanitaria en Venezuela.

El FMI ya le negó un crédito a Maduro

Sí, Maduro tiene el control del territorio, pero no tiene reconocimiento internacional ni un mandato democrático. Entonces la oposición, a través de la Asamblea Nacional, tendría acceso a esos fondos que serán claves en el manejo de la pandemia allá. Hay incentivos muy fuertes para que haya una negociación seria entre chavistas y oposición y así evitar una tragedia.

¿Juan Guaidó, criticado dentro y fuera de la oposición, qué futuro tiene en la transición?

Juan Guaidó sigue siendo, entre todas las figuras de la oposición, el que tiene el respaldo más grande. Y en la pandemia tiene un rol muy clave, pues ya que tiene el reconocimiento internacional, a través de la Asamblea Nacional tiene acceso a fondos internacionales. Así es que cualquier tipo de respuesta al COVID-19, con fondos pedidos al exterior deben ser lideradas por Guaidó. Su papel será clave para evitar una catástrofe de salud.

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¿El COVID-19 puede sumar más presión a Maduro?

Hay una posibilidad de que el coronavirus le dé a Maduro una oportunidad para mostrar a los venezolanos que tiene el control del territorio y un pretexto para avanzar en un proyecto autoritario. Con el anuncio de una cuarentena nacional, está dándoles a los cuerpos de seguridad un cheque en blanco para aterrorizar a la población y mantener unos niveles de represión temerosos. Pero la retórica de EE. UU. de buscar confrontación le ayuda a Maduro a pintar su escenario como una lucha antiimperialista.

¿Una recomensa por Maduro a quién va dirigida?

A quebrar los mandos medios y bajos. En Venezuela se han presentado varios intentos de levantamiento y todos han sido fallidos, todos desmantelados por la contrainteligencia; ese plan no tiene ninguna posibilidad de éxito.

Redoblar tropas en América Latina y la vasta operación antidrogas en el Caribe, ¿qué busca?

Nada, puro pan y circo.