El Congreso argentino proseguía este martes el debate de una polémica reforma de pensiones impulsada por el gobierno de Mauricio Macri que generó violentos incidentes en Buenos Aires con decenas de heridos y detenidos el lunes y protestas que continuaron durante la madrugada.
El extenso debate en la Cámara de Diputados que se inició el lunes pasado el mediodía continuó durante toda la noche con ásperos debates.
El oficialismo rechazó pasar el polémico proyecto a comisión y mantiene su intención de someterlo a votación pese a las manifestaciones de protesta en la capital argentina y varios puntos del país.
El batir de cacerolas se escuchó durante la madrugada en decenas de barrios de la ciudad donde familias enteras salieron a protestar contra la reforma, constató la AFP.
Centenares volvieron a concentrarse frente al Congreso batiendo cacerolas y fueron dispersados por la policía que mantiene al Parlamento acordonado.
Los alredededores del Congreso fueron escenario de una batalla campal el lunes que se prolongó durante horas entre manifestantes que arrojaron piedras a la policía y las fuerzas que reprimieron con gases, camiones lanza-agua y balas de goma. Hubo decenas de heridos de uno y otro lado y otro tanto de arrestados.
Las centrales obreras iniciaron una huelga general el lunes que proseguirá hasta este martes al mediodía, pero sin la adhesión clave del sindicato de transporte de colectivos que sorpresivamente quitó apoyo a la medida a última hora. Trenes, aviones y el metro mantienen la huelga.
La multitud buscaba forzar la interrupción del debate de la reforma como lo había hecho la semana pasada cuando incidentes similares terminaron por hacer caer la sesión parlamentaria.
Durante la madrugada de este martes cientos de personas iniciaron una vigilia dispersos en los alrededores del Congreso a la espera de la votación que se presume se ralizará por la mañana tras una sesión maratónica de debate.
En el país se volvieron a vivir escenas de choques y represión en las calles que no se veían desde las movilizaciones desatadas por la crisis económica de 2001.
El presidente Mauricio Macri se ha mantenido en silencio pese a los graves disturbios donde varios periodistas resultaron heridos.
Reforma de reformas
El gobierno firmó un pacto fiscal con 23 de las 24 provincias, en su mayoría gobernadas por opositores peronistas, a cambio de una promesa de repartirles el dinero del ahorro fiscal que dejaría la reforma.El gobierno propone elevar la edad jubilatoria de manera optativa de los 65 a 70 años para los hombres y de los 60 a los 63 años para las mujeres.
Además de esta reforma el gobierno se propone impulsar una reforma tributaria y una reforma laboral.
El gobierno busca cambiar la forma de calcular jubilaciones para bajar el déficit fiscal estimado en 5% del producto interno bruto (PIB). El recálculo le permitirá al fisco ahorrar en 2018 unos 100.000 millones de pesos (USD 5.500 millones), una quinta parte del déficit.
Debates
"Cómo carajo hacen los jubilados si les van a sacar 100.000 millones de pesos, porque ahorran y ajustan, entonces ¿cómo va a ser mejor la fórmula?. Lo que están haciendo es tomándose la leche del gato", dijo el diputado peronista José Luis Gioja que le pidió al gobierno que "no haga daño a los que menos tienen".Por 127 votos a 107, el frente oficislista Cambiemos , con el apoyo de legisladores de otros bloques, rechazó durante la madrugada el pedido de vuelta a comisión del proyecto de ley.
El diputado oficialista Eduardo Amadeo defendió la reforma y acusó a la oposición de montar una "enorme campaña de falsedades que ha generado angustia en mucha gente que cree que aquí va a salir una decisión que va a empeorar su nivel de vida" de unos 17 millones de personas que reciben jubilaciones, pensiones y ayuda a los sectores más vulnerables de la sociedad.
De aplicarse la reforma "a fines del 2018 las jubilaciones van a crecer más de un 22 por ciento, es decir, un cinco por ciento más que la inflación proyectada", aseguró.
La oposición rechazó los argumentos con abucheos.
En la contienda trató de mediar la Iglesia Católica pero con un llamamiento en línea con las encíclicas del papa Francisco. "Hay que extremar recursos para no perjudicar a los sectores menos favorecidos", dijo el obispo Marcelo Colombo, vicepresidente de la Conferencia Episcopal.