Horas después de que el presidente Juan Manuel Santos asegurara en Twitter que la “revolución bolivariana fracasó”, el mandatario venezolano aseveró que “Colombia es un Estado fallido” y amenazó con “sacar todos los secretos” que tiene del proceso de paz con las Farc, al que el país vecino apoyó como garante.
Hace 6 años se lo advertí a Chávez: la revolución bolivariana fracasó
Bastante molesto, el presidente del vecino país agregó que se siguen “matando a dirigentes campesinos, estudiantiles y obreros y se está preparando una matanza contra las Farc. Tengo información de inteligencia de que se está preparando una matanza contra los líderes que firmaron la paz”, agregó Maduro.
Maduro concluyó su arremetida contra el país afirmando que "hay 5.600.000 colombianos viviendo en Venezuela, el año pasado llegaron 100.000 y en estos tres meses del año han venido 35.000 colombianos más. Están huyendo del desempleo, huyendo del hambre (...). Colombia es un Estado fallido", afirmó Maduro, en transmisión del canal gubernamental VTV.
El gobierno de Venezuela ha sido foco de críticas en el escenario internacional por graves violaciones a los derechos humanos, decisiones antidemocráticas y una crisis económica, en medio de quienes piden un cambio de mandato y quienes defienden a Maduro. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha sido uno de los principales críticos de la crisis que vive el vecino país. En la Organización de Estados Americanos se planeta aplicarle la Carta Democrática. (Lea aquí: ¿Qué es y cómo funciona la Carta Democrática de la OEA?)
El gobierno colombiano –en cabeza de la canciller María Ángela Holguín– había dicho antes ante la ONU su preocupación por el "armamento de milicias” en Venezuela: "Yo creo que es una preocupación que es compartida por muchos. Armar a la sociedad es algo peligroso", sostuvo la funcionaria tras reunirse con el jefe del organismo internacional, Antonio Guterres.
Miles de opositores venezolanos exigieron este jueves en Caracas la salida del poder del presidente Nicolás Maduro, durante una marcha dispersada por los antimotines con gases lacrimógenos, en la tercera semana de violentas protestas que dejan ocho muertos.
Tras dispersar la protesta, la policía y la militarizada guardia nacional lanzaron ráfagas de bombas lacrimógenas y chorros de agua desde vehículos blindados, sobre un grupo de jóvenes que los enfrentó con los rostros cubiertos con pañuelos y capuchas.
Según las encuestas, siete de cada diez venezolanos reprueban el gobierno, asfixiados por la crisis económica, con una severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación -la más alta del mundo- que el FMI estima en 720,5% este año.
*Con información de AFP