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"2013 será el año de la penitencia"

Simón Alberto Consalvi, excanciller de Venezuela, da su opinión en la recta final de la campaña a la presidencia. Considera que el año entrante el país tendrá que comenzar a responder por las deudas adquiridas y a solucionar serios problemas, como la inseguridad.

Diego Alarcón Rozo / Enviado Especial a Caracas, Venezuela
01 de octubre de 2012 - 10:22 p. m.
Simón Alberto Consalvi es actualmente director del diario ‘El Nacional’.  /Diego Alarcón.
Simón Alberto Consalvi es actualmente director del diario ‘El Nacional’. /Diego Alarcón.

Simón Alberto Consalvi fue canciller de Venezuela entre 1977 y 1979 y entre 1985 y 1988. En sus pasos por el gobierno también llegó a ocupar la Secretaría de la Presidencia durante la gestión de Jaime Lusinchi y posteriormente el Ministerio del Interior. Hoy su realidad está reservada para el periodismo, es uno de los directores del diario El Nacional y en la actualidad es una voz crítica del gobierno de Hugo Chávez.

Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, Consalvi considera que la campaña ha dado un giro, que Henrique Capriles ha tenido un ascenso y una aceptación popular que paralelamente han estado acompañados de un desgaste del mandatario actual tras 14 años de gobierno. En la tranquilad de su hogar, en el sector del Alto Hatillo de Caracas, el excanciller recibió a El Espectador para analizar lo que estará en juego el próximo 7 de octubre, subrayar lo negativo y lo positivo de los años en el poder del presidente Chávez y concluir que gane quien gane la contienda, deberá enfrentar un escenario sumamente difícil durante los meses siguientes.

¿Cómo analiza las campañas de ambos candidatos ahora que faltan pocos días para que los venezolanos acudan a las urnas?

Después de 14 años de gobierno, el presidente Chávez está dando demostraciones de fatiga mental y política, en un momento en el que ha surgido un candidato joven que ha logrado entusiasmar al país por varias razones. Una de ellas es que Henrique Capriles Radonski no ha hecho una campaña agresiva, lo que ha establecido una diferencia muy grande con el comandante Chávez Frías.

Cuando usted habla de agresividad, ¿a qué se refiere exactamente?

El comandante nos tiene condenados desde hace 14 años a una política sumamente virulenta de ataque sistemático a todos los que no están bajo su égida. El país está fatigado de ese discurso, que ha tratado de desprestigiar y destruir. Capriles aparece con un lenguaje de gran moderación, llamando a la convivencia, a la armonía entre todos los venezolanos, que es lo que nos ha secuestrado el presidente Chávez.

Sin embargo, las encuestas le siguen dando el favoritismo a Hugo Chávez...

Las encuestas están muy desprestigiadas y se han convertido en instrumentos publicitarios del propio gobierno. La observación de la calle, de las manifestaciones de Capriles: ese es el escenario electoral que tenemos. El presidente comenzó despreciándolo con términos que trataron siempre de disminuirlo, hasta que de pronto se dio cuenta de que iba por mal camino y que Capriles se ha convertido en un fenómeno popular. Entonces los discursos de Chávez ya son discursos que giran en torno a Capriles. El presidente Chávez está haciendo lo que no debe hacer un candidato, que es atacar sistemáticamente al otro: ya no lo desprecia, ya le teme. Entonces ya no dice que va a ganar con una avalancha, sino que va a ganar con dificultad. Capriles nunca ha atacado al presidente de la República desde el punto de vista personal y ese detalle le ha dado a la gente la imagen de ser un hombre capaz de unir a los venezolanos.

Usted habla de aceptación popular, pero ¿cómo comparar este aspecto de Capriles con un Hugo Chávez que igual sigue llenando locaciones públicas y ha volcado sus políticas hacia lo social?

Chávez concurre a la campaña electoral con un electorado cautivo, con maniobras poco dignas. A los empleados públicos los tienen bajo control. Ese tipo de electorado yo creo que también debe estar agotado de ese espionaje al que está sometido de manera permanente. En cuanto a lo social, pensar que la pobreza se combate porque a la gente se la da un subsidio mensual... eso mantiene a los pobres, pero no los libera de la pobreza. En el momento en el que ni el Estado ni Chávez tenga posibilidad de dar estos subsidios, ¿qué pasa? Ese venezolano volverá a ser tan o más pobre que antes. Si el petróleo, por una razón o por otra, baja de la noche a la mañana, todos esos programas pierden sustento, son castillos en el aire. Siempre he pensado que 2013 será el año de la penitencia, gane quien gane.

¿Por qué lo dice?

Porque Venezuela tiene muchos problemas y ganar es lo peor que le puede ocurrir a Chávez. Va a tener que responder a todas sus promesas, pagar todas las deudas que ha contraído de manera desordenada. Nadie está en capacidad de cuantificar esas deudas. Por ejemplo, para resolver el problema de la vivienda, Chávez apeló a China, Rusia, Bielorrusia e Irán, mientras el país no produce materiales para la construcción. La crisis del petróleo es tan grande, que la década en la que el petróleo estuvo a 100 dólares, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se endeudó en más de 40.000 millones de dólares. No hay producción agrícola, importamos el 70% de los alimentos que consumimos...

Sin embargo, los indicadores dicen que la economía venezolana anda bien...

Está bien porque el gobierno ha puesto en la calle una cantidad terrible de dinero. Estamos viviendo en una burbuja. No hay ningún problema económico a la vista porque hay mucho dinero en la calle producido por el petróleo y las deudas contraídas. Además, está el problema de la inseguridad, que tiene aterrado al país. Caracas, por ejemplo, es una ciudad muerta después de las 8:00 p.m. Todos están aterrados.

¿Usted destaca algo positivo de Hugo Chávez y su gestión?

Sí, su capacidad para comunicarse con la gente. Es un líder de una enorme influencia, aunque la haya malbaratado.

 

 

 

 

Los militares,  ¿con qué candidato están?

En plena cuenta regresiva para las elecciones en Venezuela, el candidato opositor, Henrique Capriles Radonski, sigue en franco desafío al presidente, Hugo Chávez. Luego de clausurar su campaña en Caracas, terreno chavista por excelencia, Capriles aseguró que ya tiene decidido el nombre del vicepresidente y el del ministro de la Defensa que nombrará en caso de ganar las elecciones. Aunque dejó claro que todavía  no dirá el nombre del encargado de Defensa, sí dio algunas pistas: “Es un general activo en la Fuerza Armada Nacional”. Su anuncio disparó las alarmas sobre los militares y las elecciones, pues el actual ministro de Defensa, Henry Rangel, chavista de línea dura, dijo en ‘Últimas Noticias’ que “un hipotético gobierno de la oposición a partir de 2013 sería vender el país; eso no lo va a aceptar la Fuerza Armada Nacional, y el pueblo, menos”.

Por Diego Alarcón Rozo / Enviado Especial a Caracas, Venezuela

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