El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, animó este jueves a América Latina a avanzar en los procesos de integración política y económica para poder medirse en igualdad de condiciones con los grandes actores del mundo y para profundizar en el estado del bienestar.
Durante su intervención en el foro "Ágora. América Latina 2010", organizado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), que se celebra este jueves y viernes en Madrid, Zapatero subrayó la resistencia de las economías latinoamericanas ante la crisis económica internacional.
Gracias a la contribución de ese continente, la economía mundial "está a punto" de recuperar los niveles de crecimiento del año 2008, destacó.
El jefe del Gobierno español también valoró el "notable grado de cooperación" internacional, que ha tenido su mayor traslación en el G-20 y que ha evitado la adopción de medidas estrictamente nacionales, que hubieran sido "un territorio abonado para un proteccionismo" que "hubiera agravado la crisis".
Pero teniendo en cuenta que el mundo camina hacia una etapa de "grandes actores mundiales", escenario en el que ya ha situado a Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, Zapatero apostó por fortalecer el protagonismo de América Latina mediante alianzas regionales políticas y económicas.
De esa forma, Latinoamérica lograría reforzar su papel en el nuevo orden económico mundial, dado que el continente ya es el mayor productor de alimentos del mundo, posee la primera reserva de agua dulce y una de las mayores de hidrocarburos, tres factores decisivos en el desarrollo, señaló.
Sostuvo, además, que esa capacidad de resistencia de las economías latinas y su buen ritmo de crecimiento, ayudó a muchas empresas españolas, cuyos resultados fueron satisfactorios porque tienen una elevada cuota de mercado en aquella zona y amplias inversiones allí.
No obstante, Zapatero reflexionó sobre la idea de un necesario refuerzo de la cohesión social en el continente, que posibilite el desarrollo de estados de bienestar, que deberán ir acompañados por sistemas fiscales justos y objetivos.
Una fórmula para conseguirlo, a su entender, es abordar con mayor rapidez los procesos de integración y culminar, o al menos disponer de una agenda más racionalizadora de todos los procesos de integración que se viven en la región.
En este contexto aludió a los avances alcanzados con la Unión Europea y la moneda común y sostuvo que, dadas las características de la crisis actual, muchos países europeos hubieran sufrido situaciones de "auténtico colapso" sin el euro.
Y concluyó que fue la unión la que ha permitido "aguantar y resistir" a los países europeos.