Según informó la agencia turca Dogan, el suceso se produjo a 10 kilómetros de la localidad de Mersin, cuando un vehículo que estaba siendo perseguido por la Policía estalló al aproximarse a una barrera levantada en la carretera para cortarle el paso.
El gobernador de la región de Mersin, Husein Aksoy, informó mediante un comunicado que el único ocupante del vehículo perseguido portaba un cinturón con explosivos, y que la detonación se produjo al impactar el coche contra el control policial.
El conductor del vehículo murió y nueve personas resultaron heridas, aunque no se ha revelado información sobre su estado.
El comunicado no aportó información sobre la identidad del presunto terrorista, aunque reveló que la Policía disponía de datos sobre sus planes para cometer un atentado y que inició la persecución para detenerlo.
Aunque aún no ha habido confirmación oficial, los medios turcos han apuntado a que el fallecido pertenecía al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
El pasado día 7, tres personas resultaron heridas leves por la explosión de varias granadas de mano arrojadas contra un edificio municipal en Estambul
Días antes, el 27 de julio, 17 personas murieron y unas 150 resultaron heridas por el estallido de dos bombas en un barrio obrero de esa misma ciudad.
Las autoridades turcas apuntaron al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como los responsables de este último ataque, aunque el grupo separatista desmintió estar detrás del atentado, que no ha sido reivindicado.