Berlusconi, rey de la confusión

El exprimer ministro italiano ya no tiene claro si será candidato a la presidencia.

Pablo Ordaz / Especial de ‘El País’
13 de diciembre de 2012 - 10:50 p. m.
Silvio Berlusconi sigue conmocionando la política italiana. / EFE
Silvio Berlusconi sigue conmocionando la política italiana. / EFE

Marcello Dell’Utri, uno de los mejores amigos de Silvio Berlusconi, un tipo condenado por hacer tratos con la Cosa Nostra, ha dicho que Angelino Alfano, secretario general del Pueblo de la Libertad (PDL) y hasta ahora hombre de confianza del anterior primer ministro italiano, es “un pobre desgraciado, la nada absoluta”. Eso sí, lo ha dicho “en clave positiva”.

Además, un centenar de cargos electos de la vieja Alianza Nacional, un partido de raíces fascistas insertado en el PDL de Berlusconi, están valorando la posibilidad de irse por donde vinieron. Y, por si fuera poco, Roberto Maroni, líder de la Liga Norte y ministro del Interior en el último gobierno encabezado por Il Cavaliere, ha respondido así a la oferta de su antiguo jefe de concurrir juntos a las elecciones: “Sí, pero si tú no eres el candidato”.

Así que, despreciado por Europa, vapuleado por la prensa internacional, abandonado por el Vaticano y cuestionado por los suyos mientras se devoran entre sí, Silvio Berlusconi, el rey de la confusión, ya no tiene tan claro si finalmente será candidato a la presidencia del Gobierno. Ahora dice que si Mario Monti, al que había puesto verde sólo 24 horas antes, decide presentarse a las elecciones de 2013 al frente de una gran coalición de moderados, él estaría dispuesto a retirar su candidatura. “Si Monti se presenta como candidato, yo estoy listo para dar un paso atrás y aceptar un papel de coordinador, pero no creo que le convenga. No creo que Monti acepte convertirse en un hombre de parte o de partido...”.

Más adelante, añadió que si la plataforma creada por el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, para dar sustento a una hipotética candidatura de Monti se uniera al PDL en esa gran coalición de centroderecha para impedir el regreso de la izquierda al poder, él también estaría dispuesto a echarse a un lado. Ante la sorpresa de los presentes, el líder del PDL empezó a recoger velas y terminó por aclarar: “En este momento, sigo siendo el candidato al Palacio Chigi (sede de la presidencia del Gobierno)”.

Sólo 48 horas después de haber iniciado su campaña diciendo que la prima de riesgo es “una estafa”, Berlusconi volvió a demostrar que, pese a sus 76 años, sus décadas en política y sus trampas archiconocidas siguen siendo una fábrica de titulares. El problema, para Berlusconi, es que su capacidad para el espectáculo es lo único que le va quedando. Y es consciente de ello. De ahí su calculado globo sonda sobre el posible paso atrás. No hay que echar en saco roto.

 

Por Pablo Ordaz / Especial de ‘El País’

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar