Las autoridades brasileñas arrestaron este martes a ocho personas, entre ellas cinco policías, acusadas de integrar una organización criminal que extorsionaba empresarios en Río de Janeiro, informaron fuentes oficiales.
La banda de policías corruptos fue desarticulada en una operación de la Policía y el Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro.
Además de cuatro investigadores de la Comisaría de Represión a los Robos de Cargas de la Policía Civil y de un agente de la Policía Militarizada, también fueron arrestados un expolicía civil, un exagente de la Policía Militarizada y un miembro del Cuerpo de Bomberos.
La organización es acusada de utilizar la estructura del Estado para practicar crímenes como el robo de cargas de camiones, la recepción de productos robados y la extorsión de comerciantes.
Los policías corruptos usaban un camión estacionado en el patio de la comisaría para esconder productos robados que habían sido recuperados en operaciones de sus compañeros y en el que fueron encontrados una carga de textiles y toneles.
En una investigación, que se prolongó por cerca de un año, los corregidores de la Policía descubrieron que la organización criminal cobraba extorsiones semanales de comerciantes a cambio de no inspeccionar cargas que llegaban a Río de Janeiro y que carecían de la documentación exigida.
Los agentes corruptos también exigían el pago de extorsiones a empresarios a los que les retenían cargas por cualquier irregularidad en la documentación.
La banda igualmente exigía dinero a comerciantes para no realizar allanamientos en locales que servían de depósito de productos de contrabando.
"Se trataba de una organización grande. Identificamos al menos 22 integrantes cada uno con su papel, desde abordar a las víctimas con armas de fuego y mantener personas en cautiverio, hasta escoltar camiones y recibir los objetos robados", afirmó el comisario Fabio Cardoso, responsable por la investigación.
Los responsables por la operación solicitaron el arresto de algunos comerciantes, entre ellos los propietarios de un restaurante y de una farmacia, acusados de comercializar los productos robados.
A comienzos de diciembre las autoridades de Río de Janeiro arrestaron a 59 policías acusados de recibir sobornos de narcotraficantes para no reprimir la venta de drogas.
Los detenidos en la operación de hace dos semanas fueron sindicados de favorecer al Comando Vermelho (Comando Rojo), la mayor organización criminal de Río de Janeiro.