La clave de esta historia es Bernard Lafayette, la última persona que habló con Martin Luther King antes de su asesinato en Memphis, Estados Unidos, el 4 de abril de 1968. Era uno de sus asesores más cercanos y acababan de hablar de la estrategia para que la filosofía de la Noviolencia, en una sola palabra, trascendiera en todo el mundo, en especial hacia los países en guerra. Esta es la poderosa razón que ha traído 25 veces a Colombia a Lafayette, siempre en busca de líderes que siembren semillas de paz en medio del conflicto. (Vea: Luther King y Colombia hoy)
La conexión que esperaba este doctor en Educación de Harvard apareció en 1999, luego de que Aníbal Gaviria, hoy alcalde de Medellín, y Luis Javier Botero, exasesor de Noviolencia de Antioquia, se interesaran por el Centro de Estudios de Paz de la Universidad de Rhode Island, dirigido por Lafayette. Tomaron clases, se aprendieron de memoria los discursos del Premio Nobel de Paz de 1964, viajaron a Atlanta para reconstruir sus pasos y fueron certificados como "Kingian", capacitadores de Noviolencia. (Vea además: Marchar por los sueños)
Se hicieron amigos de Lafayette y a los pocos meses este líder negro, que fue pandillero y estuvo preso 27 veces, ya estaba en Medellín explicándoles a líderes regionales como Ramiro y Fabio Valencia Cossio, Aníbal y Guillermo Gaviria, Ana Mercedes Gómez, Juan Gómez Martínez y los obispos católicos por qué la Noviolencia debería ser la columna vertebral de un programa de paz, así como una filosofía de vida. La prueba de su éxito fue la paz en Sudáfrica, donde Nelson Mandela reconoció su trabajo y la influencia de Luther King.
A ese desayuno en las Empresas Públicas de Medellín le siguieron un encuentro en el Hotel Las Lomas y un taller para 120 dirigentes políticos y comunitarios que han multiplicado a diez mil el número de promotores graduados que dirigen planes de convivencia en cien municipios de Antioquia.
El profesor visitó cárceles y comunas y, también a través de Botero, conoció al entonces senador Álvaro Uribe Vélez, con quien se reunió dos horas en el quinto piso del Hotel Intercontinental en compañía de Charles Alphin, otro protagonista del proceso de paz en Sudáfrica. Los pacifistas norteamericanos quedaron muy interesados al saber que el hoy presidente había estudiado resolución de conflictos en Harvard; sin embargo, no volvieron a tener contacto con él.
En quien Lafayette vio más interés por llevar a la práctica la metodología pacífica de Luther King fue en Antanas Mockus, con quien se reunió en su casa en Bogotá y luego en Medellín durante la V Conferencia Mundial de Noviolencia, en 2000.
"Uno no puede haber crecido en los años 60 sin verse influido por Gandhi y Luther King —destaca el exalcalde de Bogotá—, y mi reencuentro aquí con esa escuela de la que aprendí mucho en Harvard fue conmovedor y fortaleció mi defensa de esas pequeñas prácticas simbólicas, no confrontativas, para frenar a los violentos".
Al exconsejero presidencial de Paz y fundador de la ONG Planeta Paz, Daniel García-Peña, el asesinato de Luther King le marcó la vida porque vivía en Nueva Orleans y su familia lo asumió como una tragedia. Tenía diez años, llegó al colegio lamentando la muerte y terminó de pelea con sus compañeros, que lo apodaron Amanegros. Tal vez por eso dedica su vida a las causas pacifistas y uno de sus bienes más preciados es un pergamino de la Declaración de los Derechos Civiles.
De Luther King ha llegado a hablar con comandantes guerrilleros como Antonio García, del Eln, con quien durante los diálogos con el gobierno de Álvaro Uribe sostuvo una discusión en un reservado del Hotel Palco en La Habana. "Le expliqué que lo realmente revolucionario en el mundo es la Noviolencia y me escuchó, pero dijo que Colombia es distinto, que eso no es aplicable aquí".
Intentar lo mismo le costó la vida al gobernador Guillermo Gaviria Correa, quien también habló con el Eln en Cuba y con voceros de las Farc en Suiza antes de crear el Plan Congruente de Paz en Antioquia, con asesoría de Lafayette y del ex ministro de Defensa Gilberto Echeverri Mejía. Los tres hablaban de Noviolencia con el guerrillero de las Farc alias ‘El Paisa’ el 21 de abril de 2002, y fueron secuestrados durante el quinto día de una marcha pacífica que se acercaba al municipio de Caicedo. Cuando advirtieron que se trataba de un secuestro, los colombianos lograron que Lafayette fuera liberado por su edad y su estado de salud, a pesar de que quería acompañarlos "hasta donde sea".
El asesinato en cautiverio de sus dos amigos un año después llevó a Lafayette a meterse aún más en el caso colombiano, con el respaldo de la viuda de Luther King, Coretta Scott, fallecida en 2006 y quien había conocido en Estados Unidos al gobernador y a su esposa, la hoy congresista Yolanda Pinto, quien anota: "Ella me envió una carta muy linda y por todo eso continúo trabajando sin olvidar esos ideales, ahora con el objetivo de crear aquí un Centro Mundial de Noviolencia que ayude a la paz del país".
Las banderas de Luther King en Colombia también son levantadas por movimientos como La Ruta Pacífica de las Mujeres y por la senadora Piedad Córdoba. Ha sido gracias a los herederos políticos del líder nacido en Atlanta el 15 de enero de 1929, como el senador Gregory Meeks, que sus campañas han hecho eco en los Estados Unidos. Meeks y sus colegas han venido a Colombia a pedirle al presidente Uribe protección para los afroamericanos y para la propia Piedad, con quien planean la creación de una universidad para las comunidades negras.
Inspirada en Luther King, la exministra de Cultura, Paula Moreno, trabaja por una educación para todos en la que se respete la diversidad étnica. Y eso lo aprendió desde niña cuando su madre le compró las biografías de los personajes más importantes de la humanidad y ella no se cansó de releer la de Luther King. Entendió por qué debía estudiar para dejar en el pasado lo que su abuela le contaba sobre su bisabuela esclava.
Uno de los programas que la enorgullecen es el de las Becas Martin Luther King, que en asocio con la Embajada de los Estados Unidos y entidades como Citigroup, Centro Colombo Americano y Fundación Coca-Cola, les ha permitido a un centenar de jóvenes negros viajar a los Estados Unidos a aprender inglés.
Cuenta con un Comité Nacional Martin Luther King y comités regionales en Medellín, Cali y Quibdó, donde se busca a los nuevos líderes afroamericanos para darles la oportunidad de su vida. No pretende crear aquí un día nacional en memoria del pastor de Atlanta, pero sí que su pensamiento y el de los líderes colombianos que han defendido los derechos civiles sean conocidos para que el país asuma “que somos diferentes pero iguales y que merecemos las mismas oportunidades, seamos negros, blancos o amarillos”. Y se apropia de “Yo tengo un sueño”, el más famoso discurso de Luther King: "Sueño que mis hijos vivirán un día en un país en el que no serán juzgados por el color de su piel sino por los rasgos de su carácter".
El alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, mira en su casa el mismo discurso enmarcado y promete que en memoria de King, de su hermano Guillermo y de dos pandilleros de Bello, con los que estudió en Rhode Island y también fueron asesinados, no abandonará su obsesión por la Noviolencia hasta que sea un proyecto nacional. Fue esa filosofía la que llevó los índices de violencia en Antioquia del primero al tercer lugar en causas de muerte.
La influencia de Luther King en Colombia va mucho más allá de Bernard Lafayette —cuya última visita fue el año pasado para firmar un convenio entre la Universidad de Rhode Island y la Universidad de Medellín— e incluso de las decenas de fundaciones, asociaciones, bibliotecas, escuelas y colegios con su nombre. Los secuestrados de las Farc, como el coronel Luis Mendieta, reclaman Noviolencia citando la frase de Luther King inspirada en Gandhi: "No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena".
Antanas Mockus piensa que de la permanente oposición no violenta a la guerra depende un país de colombianos pacíficos y considera que su compromiso personal es mayor tras haber recibido la Medalla Guillermo Gaviria de la Federación Nacional de Departamentos de manos de Aníbal Gaviria. Por eso hace un llamado: "Traducido a Colombia, lo que Luther King le dejó a la ley norteamericana nos debe indicar que en nuestra Constitución ya está el sueño. ¡Ya nos lo dimos! ¡Ahora volvámoslo realidad!".
*Este reportaje fue originalmente publicado en El Espectador el 29 de enero de 2008.
¿Qué es la Noviolencia?
Primer principio: La Noviolencia es un modo de vida para personas valientes.
Segundo principio: La amada comunidad es el marco para el futuro.
Tercer principio: Atacar las fuerzas del mal y no las personas que hacen el mal.
Cuarto principio: Aceptar el sufrimiento sin pensar en venganzas por el bien de la causa.
Quinto principio: Evitar no sólo la violencia física sino también la violencia espiritual.
Sexto principio: El universo está del lado de la justicia.
Los seis pasos de la Noviolencia
1. Recopilación de la información
No quedarse sólo en los síntomas, sino ir hasta las causas: investigación científica y rigurosa.
2. Educación
Difusión masiva del problema para concienciar a la sociedad y ganar la buena voluntad de la mayoría.
3. Compromiso personal
Asumir la Noviolencia como forma de vida y comprometerse a participar en la construcción de una sociedad justa.
4. Negociación
Acercarse al opositor, de buena fe, con el objetivo de lograr acuerdos.
5.Acción directa
Se usa cuando fracasa la negociación, con el objetivo de forzar al opositor a negociar de buena fe.
6. Reconciliación
Las partes aceptan totalmente la nueva situación y se comprometen a continuar trabajando unidas.
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