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Escalada de violencia en Pakistan deja más de 23 muertos en una noche

Cerca de 18 civiles fallecieron en un tiroteo al igual que cinco uniformados tras la explosión de una bomba.

EFE
16 de enero de 2013 - 07:51 a. m.
Varios hombres consuelan a un familiar de una de las víctimas presuntamente asesinadas durante las operaciones de las fuerzas de seguridad contra militantes/ EFE
Varios hombres consuelan a un familiar de una de las víctimas presuntamente asesinadas durante las operaciones de las fuerzas de seguridad contra militantes/ EFE

Dieciocho civiles murieron en la noche del martes en la zona noroccidental paquistaní de Khyber a causa, según los familiares de los fallecidos, de disparos de las fuerzas de seguridad, tal como informaron fuentes oficiales.

La muerte de los civiles motivó la protesta en la cercana ciudad de Pesháwar de al menos 2.000 personas, que se concentraron frente a la oficina del gobernador provincial de la región de Khyber-Pakhtunkhwa con los cadáveres de los fallecidos.

La actuación de la policía para disolver la protesta, pasado el mediodía, condujo a fuertes disturbios que enfrentaron a los manifestantes con las fuerzas de seguridad, de acuerdo con diversos medios locales, que elevaron a 5.000 el número de concentrados.

Fuentes administrativas y policiales confirmaron que los muertos son civiles, pero no aportaron detalles sobre las circunstancias que envolvieron el incidente, ocurrido en la zona de Malakhel.

Un miembro del organismo de coordinación de las zonas tribales afirmó desde Pesháwar que el martes por la tarde hubo una explosión en la zona de Malakhel y que poco después se inició una operación de las fuerzas de seguridad contra miembros de la insurgencia local.

La fuente, sin embargo, rehusó precisar si las 18 muertes están relacionadas con esos combates, como afirman los manifestantes.

Malakhel está situada en el distrito de Bara, donde las fuerzas de seguridad y diversos grupos insurgentes mantienen una dura pugna por un área considerada de gran importancia estratégica al ser parte del valle de Tirah, un paso natural entre Pakistán y Afganistán.

Por otra parte cinco miembros de las fuerzas de seguridad murieron al explotar una bomba al paso del vehículo en el que viajaban cerca de la ciudad de Qüetta, en el oeste de Pakistán, tal como informó una fuente policial.

El incidente tuvo lugar el martes por la tarde en el distrito de Punjgur y fue causado por un artefacto que estalló por control remoto cuando pasaba un automóvil que transportaba a cuatro policías y a un miembro de la guardia fronteriza, el Frontier Corps (FC).

La fuente ha precisado que entre los fallecidos está un subintendente de Policía, Nazim Ahmed. Qüetta es la capital de la convulsa provincia occidental de Baluchistán, que se ha convertido en la más violenta de Pakistán y que el pasado jueves fue escenario de una jornada negra en la que murieron un centenar de personas en tres ataques de diverso signo.

En el peor de los atentados, al menos 84 personas de confesión chiíta murieron tras una doble explosión reivindicada por un grupo radical suní, Lashkar-e-Jangvi.

Baluchistán es la provincia más extensa y menos poblada del país asiático y, pese a contar con muchos recursos naturales como gas y minerales, presenta uno de los indicadores de desarrollo más bajos.

De acuerdo con un informe reciente del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), esta provincia fue la más golpeada por el terrorismo el año pasado, con 474 incidentes que causaron un total de 631 muertos.

Desde hace más de un año, el Ejército paquistaní combate con los integristas por el control del triángulo formado por las zonas tribales de Orakzai, Khyber y Kurram, que dan entrada no solo al país vecino sino también a bastiones talibanes situados más al sur.  

Por EFE

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