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España, un país tocado por la crisis

El resultado, apretado según sondeos, amenaza con abrir un periodo de inestabilidad política si ningún partido logra pactar alianzas para formar un gobierno.

Redacción Internacional
18 de diciembre de 2015 - 03:29 a. m.

Los españoles votan el domingo en unas elecciones legislativas llamadas a permitir la entrada sin precedentes en el Parlamento de dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, decididos a cambiar un país trastocado por la crisis.

También amenazan con abrir un periodo de inestabilidad política en la cuarta economía de la Eurozona si ningún partido logra pactar alianzas para formar un gobierno. Ni el favorito, el conservador Partido Popular (PP) del jefe del gobierno saliente Mariano Rajoy, lograría la mayoría absoluta con el 25 a 30% de intenciones de votos que le dan los sondeos. Desde 1982, el PP y su rival socialista PSOE se alternan en el poder en este país de 47 millones de habitantes. Pero los nuevos partidos van a cambiar las reglas del juego.

“Es un cambio que nunca hemos visto antes, también porque venimos de una crisis política, económica e institucional como nunca hemos visto, puesto que ha habido escándalos de corrupción en todas las instituciones desde la Corona a los alcaldes en los pueblos”, resume Pablo Simón, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid.

Estos escándalos se multiplicaban al mismo tiempo que, desde 2008, la crisis económica desangraba al país, obligando a los gobiernos, socialista y después conservador, a drásticas políticas de austeridad. El desempleo se disparó hasta el 27%. Los gastos sanitarios sufrieron importantes recortes. Miles de familias perdieron sus viviendas, incapaces de devolver sus préstamos a los bancos, que, por su parte, se beneficiaron en 2012 de un rescate europeo de 41.000 millones de euros.

La indignación de la población, plasmada en manifestaciones desde 2011, fue canalizada por el partido antiausteridad Podemos, fundado en 2014 y liderado por Pablo Iglesias, que le arrebata votos al PSOE, en el poder hasta 2011.

La economía se reactivó a finales de 2013. Un año más tarde, el consumo crecía y las empresas registraban beneficios. Cuando Ciudadanos, hasta entonces un partido regional catalán, se lanza a la política nacional, “España está ya girando hacia el optimismo y Podemos ha mantenido un discurso pesimista”, explica Belén Barreiro, directora del instituto de sondeos Myword.

Ciudadanos quiere acabar con la corrupción y el clientelismo en la economía y las instituciones, y reformar el mercado laboral en un país donde el desempleo supera todavía el 21%. Su discurso centrista seduce a muchos, a la derecha como a la izquierda del espectro político.

Podemos, que ha moderado su tono y se presenta ahora como un partido de gobierno con un programa económico de inspiración socialdemócrata, remontaba en los últimos sondeos, publicados el lunes. Los dos nuevos partidos, que miran al electorado joven, estaban a la par, en torno al 18% de intención de voto.

Rajoy, por su lado, se presenta como una garantía de estabilidad económica y política, frente al auge del independentismo en Cataluña. “Si yo soy presidente del gobierno, la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de los españoles y el respeto a la ley no se va a discutir ni se va a poner encima de ninguna mesa de negociación”, enfatizó el jueves en un mitin en Barcelona.

La víspera ya demostró su sangre fría prosiguiendo con la campaña tras recibir un fuerte puñetazo en la cara de un joven descontento. El ataque no afectó su estado de ánimo y se mostró, a pesar de las encuestas, optimista ante los resultados y el balance de campaña y legislatura. Tras la agresión, Rajoy reconoció que los últimos cuatro años “no han sido fáciles para los españoles”, pero ha destacado que se ha conseguido evitar “la quiebra y el rescate”. Y agregó: “Un gobierno en minoría es complicado y resulta difícil aprobar y sacar cosas adelante, como los presupuestos”. Rajoy apuesta por los electores mayores ¬de 34,5 millones, 10,9 tienen más de 60 años¬ para seguir al frente del país. “En democracia, es el partido más votado el que debe gobernar”, dice. Pero esta vez se presenta difícil.

Sin mayoría absoluta necesitará a los diputados de Ciudadanos, la formación más afín a sus políticas, para ser investido en el Parlamento. Sin embargo, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, un telegénico abogado de 36 años, no deja de repetir que no apoyará “ni a Rajoy ni a (Pedro) Sánchez”, el secretario general del PSOE.

En la izquierda, si decidieran aliarse, PSOE y Podemos no reunirían la mayoría absoluta de 176 escaños sobre 350 para gobernar, según los sondeos. En los ámbitos económicos, “hay una preocupación muy importante por la inestabilidad política que ocurra en España a partir del 20 de diciembre”, dice Ricardo Mur, presidente de una empresa de software.

Información de AFP 

Pablo Iglesias
 
Profesor universitario de 37 años, Iglesias se ha convertido en la cara más visible de Podemos, un  movimiento que se reivindica como la alternativa a la política tradicional española. El discurso de Iglesias, uno de los candidatos más jóvenes a la presidencia de España, está centrado en “acabar” con la casta política que predomina en el país desde hace tres décadas. Se presenta como un hombre que renueva la imagen de la política: coleta, pantalones vaqueros y camisa. De acuerdo con sondeos recientes, su popularidad ha caído al 9,1%, a pesar de que en 2014 su partido obtuvo cinco escaños en el Parlamento Europeo.
 
Pedro Sánchez
 
Candidato del Partido Socialista (PSOE), Sánchez es un economista de 43 años que aspira a dar una imagen de renovación a un partido que ha gobernado en total 21 años en las últimas tres décadas. Sánchez, líder del PSOE desde 2014, reivindica el legado de los gobiernos de Felipe González (1982-1996) y José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), de los que afirma sentirse “orgulloso”. Desde enero de 2013, ejerce como diputado de las Cortes Generales por su partido, al que se afilió desde 1993. Ha trabajado como asesor en el Parlamento Europeo y como jefe de gabinete en la sección Bosnia de las Naciones Unidas.
 
Albert Rivera
 
De 36 años, comenzó su carrera política en 2006 en Cataluña, oponiéndose al nacionalismo, y en el último año ha dado el salto a la política nacional. Se ofrece como el líder que representa al centro y rechaza apoyar al PP o al PSOE porque aspira a que gobierne su partido. Uno de sus detractores es Pedro Sánchez, quien declaró hace poco: “Rivera miente si dice que no apoyará a Rajoy”. Candidato por el partido Ciudadanos, Rivera ha dicho que no haría alianzas con ninguno de los otros partidos. Fue diputado del Parlamento de Cataluña, en donde pidió la renuncia de Artur Mas y se declaró contra la secesión.
 
Mariano Rajoy
 
Actual presidente de España (desde 2011), Rajoy afronta su primera oportunidad de ser reelegido como candidato del Partido Popular (PP). Su principal argumento está basado en su trayectoria: “Gobernar es difícil”, dice, “el país necesita gente preparada”. Rajoy se ha enfrentado en los últimos años a la dura crisis económica del país y las intenciones de Cataluña de independizarse. Rajoy ha pasado por numerosos puestos públicos: antes de ser presidente, fue ministro de Educación y del Interior, diputado en las Cortes Generales, ministro de la presidencia y vicepresidente primero. Las encuestas lo dan como ganador.
 
 
 
 

Por Redacción Internacional

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