La Reforma Migratoria en Estados Unidos dio un paso trascendental al ser aprobada por el Senado por 68 votos a favor y 32 en contra. Finalmente, la idea de acompañar el proyecto de un plan de fortalecimiento del control fronterizo –una iniciativa promovida por los republicanos– prevaleció durante la votación, que comienza a ser calificada desde ahora como "histórica" por la prensa. Al final, esta ley, una de las prioridades del presidente Barack Obama en su segunda administración, permitirá legalizar la situación migratoria de cerca de 11 millones de indocumentados que viven en el país.
La reforma ahora deberá ser examinada y avalada por la Cámara de Representantes, donde el partido republicano goza de mayoría. Hasta el momento no existe alguna semana establecida para abordar al proyecto, a pesar de que los planes iniciales de Obama apuntaran a su aprobación para los primeros días del verano. A lo largo de la formulación de la nueva ley, la facción más conservadora republicana puso trabas a la posibilidad de que tras entrar en vigencia el proyecto, los indocumentados encontraran un camino para obtener la nacionalidad. Sin embargo, este detalle parece saldado con el plan de refuerzo fronterizo, aun teniendo en cuenta que en la Cámara podrán surgir nuevas orientaciones y formulaciones a la ley.
En los días previos a la aprobación por parte del Senado, una campaña social resultó particularmente visible. La organización de derechos humanos 'Breakthrough' creó una sátira, apoyada por videos y material gráfico, en la que un grupo de ultraconservadores, bautizado como ‘Legales por la Preservación de la Cultura Estadounidense’, supuestamente lideraba una iniciativa para deportar a la Estatua de la Libertad de Nueva York.
Este grupo ficticio argumentaba que en 1886, cuando la estatua llegó procedente de Francia, no presentó ningún documento que la facultara para permanecer por más de 120 años en territorio estadounidense. Por esa razón, y emulando los argumentos de los opositores más conservadores a la Reforma Migratoria, la Estatua de la Libertad jamás podría ser uno de los símbolos de representación de la cultura estadounidense. "Queríamos darle un enfoque diferente a la reforma y que más gente se interese por el tema", dijo Ishita Srivastava, una de las promotoras de la campaña, al portal BBC Mundo.
A pesar de que la campaña tenía un enfoque claramente bromista, no faltó quien se tomara en serio la noticia dada la difusión que la sátira tuvo en la prensa. En todo caso, hay algo muy serio en la crítica que se hace a los ultraconservadores: "No estamos de acuerdo con algunas de las enmiendas del proyecto, como el reforzamiento de la seguridad fronteriza, por lo que debemos asegurarnos de que no se violan los derechos de los inmigrantes". Ahora es el turno de la Cámara de Representantes.