La mafia italiana y sus esporádicas exhibiciones públicas

La mafia, en ocasiones, disfruta de una posición social elevada que le permite exponerse públicamente y que cuenta con el "plácet" de algunos ciudadanos.

EFE
27 de septiembre de 2015 - 03:39 p. m.
Foto de archivo de Los 10 Mandamientos de la Mafia, un programa que en 2009 analizó el código de la Cosa Nostra con el fin de explicar el comportamiento diario de la mafia y examinar su ascenso y caída en los Estados Unidos. / Discovery
Foto de archivo de Los 10 Mandamientos de la Mafia, un programa que en 2009 analizó el código de la Cosa Nostra con el fin de explicar el comportamiento diario de la mafia y examinar su ascenso y caída en los Estados Unidos. / Discovery

  La mafia, agazapada en las cloacas del sistema, se asoma en ocasiones a la vida pública de Italia para demostrar su poder y lo hace, como se ha visto recientemente, con suntuosos ritos u opíparas fiestas que suscitan una enorme polémica.

La pervivencia de la mafia en las bambalinas de la sociedad aparece retratada en la denominada "teoría del mundo del medio", conocida gracias a una interceptación a Massimo Carminati, cabecilla de una red de infiltraciones mafiosas en el ayuntamiento de Roma.

Según este precepto, la sociedad está dividida entre "los vivos", el poder de cualquier índole, y "los muertos", los ciudadanos, mientras que en "mundo del medio" gobierna el crimen organizado para hacer "a los de arriba lo que nadie puede ofrecerles".

No obstante, en ocasiones este hermetismo desaparece y los clanes alardean de su condición mafiosa con manifestaciones públicas en las que exhiben su influencia y poderío, como queriendo recordar que existen.

Los vecinos de un barrio de Catania se despertaban recientemente con varios carteles de grandes dimensiones en los que unos orgullosos padres anunciaban el bautizo de su hijo, una "criatura maravillosa que es... ¡Cosa Nostra!".

"Cosa Nostra" es el apelativo con el que se conoce al crimen organizado siciliano y esta alusión hizo que las autoridades se apresuraran a eliminar todos los afiches.

El padre, con antecedentes penales por robo y narcotráfico y próximo al clan de los Laudani, había preparado una ceremonia que iba a ser retransmitida por radio y sucedida por un ágape amenizado por las actuaciones de artistas locales.

Finalmente canceló el evento y acabó diciendo que era una broma y que no pretendía ofender a nadie con su iniciativa, que corrió como la pólvora por las redes sociales.

"Desgraciadamente aún se cantan o elogian algunos aspectos quizá poco positivos de la vida cotidiana (...) Manifestar esos comportamientos y esta mentalidad es equivocado", señaló a Efe Totó Gross, portavoz de la organización antimafia "AddioPizzo".

Tal es así que, en su opinión, "a veces el tema de la mafia no solo se frivoliza o se ridiculiza sino que también se percibe de un modo menos grave de lo que realmente es".

Por otro lado, Roma fue el pasado agosto escenario del funeral del capo de los Casamonica, uno de los clanes más prominentes de la capital.

El acto podría haberse quedado en unas meras exequias pero, por contra, la familia optó por la ostentación: el féretro, recibido a los pies del templo entre aplausos, fue transportado en una recargada calesa mientras una banda tocaba la música de "El Padrino" y un helicóptero lanzaba pétalos de flores desde el aire.

Otro escándalo que ha trascendido estos días ha sido la boda de la hija del camorrista Marco Mariano quien, el día del enlace, en noviembre de 2010, se paseó por el napolitano Barrio Español mientras los vecinos le coreaban.

Aquel día, tras la ceremonia del matrimonio, la familia Mariano organizó una fiesta en la que actuaron rostros conocidos de la canción ligera como Sal da Vinci.

Todos estos episodios apuntan a que la mafia, en ocasiones, disfruta de una posición social elevada que le permite exponerse públicamente y que cuenta con el "plácet" de algunos ciudadanos.

"Es sujeto que proporciona bienestar, capaz de reunir consenso popular porque es capaz de ofrecer soluciones laborales a muchos que viven en condiciones de indigencia", opinó en declaraciones a Efe el sociólogo Umberto di Maggio, coordinador de la organización "Libera".

Di Maggio reconoció que "lamentablemente la mafia aún existe", pero al mismo tiempo subrayó la presencia de "un movimiento antimafia aún más numeroso y cada vez más organizado que está escribiendo un destino mejor" para el país.

Por EFE

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