:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/qhtkeQ4ddg44GgWaBSVjEdH1IkA=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/NZ5ROPBRUVEXVOOWAPKXCQYKSU.jpg)
El presidente Juan Manuel Santos se reunió este sábado con Daniel Ortega, presidente de Nicaragua. En el encuentro, que duró menos de quince minutos, hablaron sobre el fallo de La Haya y según informó Caracol Radio, Ortega afirmó que no hay ningún problema en que las fragatas y embarcaciones colombianas estén en el meridiano 82, ya que "hay comunicación permanente entre las diferentes instancias que permanecen en la zona".
"Esta reunión el valor que tiene es que damos un mensaje de paz y tranquilidad al pueblo hermano de Colombia y al pueblo de Nicaragua, y vamos a desarrollar mecanismos para garantizar la seguridad de los pobladores de la región", comentó el mandatario nicaragüense, quien aseguró que cuando sea necesario volverá a reunirse con el presidente colombiano para hablar del tema y por lo pronto está “totalmente descartado" el uso de la fuerza de ambas nacionales para ejercer soberanía.
"Nosotros tenemos todo el cariño y todo el respeto por el pueblo colombiano. Somos pueblos hermanos empezaremos una batalla por buscar la unidad de toda América Latina y el Caribe, y trabajando se esa manera podremos superar cualquier obstáculo", aseguró Daniel Ortega.
Santos había dicho en la cumbre de Unasur en Lima, que el encuentro se centraría en los "tratados y acuerdos que Colombia y Nicaragua han firmado bajo los límites establecidos del tratado Esguerra-Bárcenas, que fijaba, anteriormente, los límites marítimos".
Desde que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió el fallo adverso a Colombia y le otorgó a Nicaragua la soberanía de más de 75.000 kilómetros cuadrados de mar Caribe que antes estaban bajo control colombiano, la tensión entre los dos países sube. Desde Managua se habla de estudios para explotación petrolera en la zona, de permisos para pescar y de cómo el país ejerce soberanía con naves desde hace siete días de forma marítima y aérea. Desde la otra orilla, el gobierno colombiano renunció al Pacto de Bogotá, estudia pedir la revisión del fallo ante la CIJ y ha dicho que no va a aplicar la sentencia "hasta no garantizar los derechos de los colombianos".