Nicolás Maduro, al volante de la revolución

Nicolás Maduro fue designado por el presidente Hugo Chávez como su posible sucesor, en caso de que su enfermedad se complique. / AFP

Cada vez que el nombre de Nicolás Maduro sonaba con fuerza entre las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como posible sucesor de Hugo Chávez, el presidente comandante recordaba en sus discursos el pasado de Maduro como conductor de autobuses. El miércoles 10 de octubre, al nombrarlo vicepresidente, volvió a hacerlo. “Miren dónde va Nicolás, el autobusero Nicolás. Era chofer de autobús en el metro, y cómo se han burlado de él”, dijo entonces Hugo Chávez durante su proclamación como presidente reelegido. Antes, había pedido un aplauso para él: uno de sus hombres más leales, el que lo sustituirá en el cargo en caso de que el cáncer que le fue diagnosticado en junio de 2011 no le permita seguir gobernando.

Nicolás Maduro (Caracas, 1962) comenzó su carrera política como militante de la Liga Socialista en sus años de estudiante de secundaria y a la vez era bajista de una banda de rock de adolescentes llamada Enigma. Durante la década de los 90 trabajó como chofer de las unidades de Metrobús, que complementan el servicio del Metro de Caracas, y llegó a ser presidente del sindicato de la empresa. Luego se hizo militante del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200): una de las tantas formas que adoptó el movimiento político liderado por Hugo Chávez tras dirigir un intento de golpe de Estado contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Maduro formó parte de la Asamblea Nacional Constituyente en 1999 y al año siguiente fue elegido diputado del nuevo Parlamento unicameral. En enero de 2006 fue designado presidente del Poder Legislativo y pocos meses después renunció para ser ministro de Relaciones de Exteriores, cargo que ocupó hasta el 10 de octubre, cuando fue designado vicepresidente ejecutivo.

A Nicolás Maduro se le reconoce como el líder del ala civil más moderada de PSUV. Su esposa, la abogada Cilia Flores, fue también presidenta del Parlamento y vicepresidenta del PSUV, la segunda de a bordo del partido de gobierno después de Chávez. Ambos acumularon gran poder dentro de la nomenclatura chavista hasta que el presidente comandante sacó a Flores de la dirección del partido y la nombró procuradora de la República. Sathya Sai Baba, el gurú indio fallecido en 2011, es el líder espiritual de la pareja.

Maduro es un hombre afable, carismático y paciente. Durante la campaña electoral que culminó con la reelección de Chávez para un cuarto mandato, fue visto un par de veces conduciendo el camión sobre el que viajaba el candidato comandante en sus recorridos por el país. Mientras Chávez saludaba a su militancia con besos y sonrisas, en las fotografías se veía a Maduro aferrado al volante. Tal vez por esa lealtad el presidente fue claro: “Si algo ocurriera que me inhabilitara de alguna manera, en esa situación Nicolás Maduro debe concluir, como manda la Constitución, el período antes de la convocatoria de elecciones. Y ustedes: elijan a Maduro como presidente de la República, se lo pido desde mi corazón”.

Ausencias presidenciales, según la Constitución

La Constitución venezolana señala que si se da la falta absoluta de un presidente antes de la toma de posesión, se debe proceder a nuevas elecciones en un período de 30 días, y mientras tanto asumirá el presidente de la Asamblea Nacional, en este caso, Diosdado Cabello. Es decir,  si Chávez no logra jurar en su cargo el próximo 10 de enero, se convocarán elecciones. Si el presidente asume con normalidad el 10 de enero, pero se produce su “falta absoluta” durante los primeros cuatro años de gobierno, la Constitución también prevé la convocatoria a elecciones en 30 días. En este caso, la presidencia temporal recae en el vicepresidente, Nicolás Maduro. El presidente elegido en las elecciones cumplirá con el período que quede pendiente de completar. Si la falta se produce los dos últimos años de mandato, el período lo completa el vicepresidente. Las faltas temporales serán suplidas por el vicepresidente hasta por noventa días, prorrogables.

Reacciones

Diego Mollero Bellavia, Ministro de Defensa de Venezuela

“Le reiteramos que somos fieles a su persona, a la revolución y al pueblo. Cuente usted durante su ausencia que los soldados del Ejército, Armada, Aviación, Guardia Nacional y la Milicia Bolivariana garantizaremos con nuestra vida la patria socialista”.

Henrique Capriles Radonski, Excandidato presidencial

“Los hijos de Dios y los que creemos en la palabra de Dios siempre deseamos lo mejor para nuestro prójimo. Le deseamos que tenga una larga vida y su recuperación sea total. Que Dios lo bendiga y la virgen lo cubra con su manto. Le pido a la oposición que este momento sea de mucha calma, cordura y mucha institucionalidad.  Es el momento de unir a todo el país”.

Evo Morales.Presidente de Bolivia

“Sentí una gran amargura cuando me enteré que el presidente de Venezuela había sufrido una recaída y que tenía que ser operado quirúrgicamente de urgencia. La lucha del comandante Chávez no es sólo latinoamericana, sino mundial”.

Sebastián Piñera. Presidente de Chile

“Ante la recaída de la enfermedad del presidente Hugo Chávez le deseo mucha fe, fuerza y una pronta recuperación”.

‘Iván Márquez’Jefe del equipo negociador de las Farc

“Queremos expresar nuestra solidaridad y voz de aliento al presidente Hugo Chávez en esta encrucijada de su vida. Hacemos votos por la pronta recuperación del comandante bolivariano”.

Ricardo Patiño. Canciller de Ecuador

“Le enviamos un inmenso abrazo solidario al presidente Hugo Chávez, ahora que tendrá que someterse a una nueva operación en Cuba. Confiamos que la operación que le practicarán a nuestro amigo en Cuba, saldrá bien y pronto estará sano”.