“Nuestro futuro depende del acuerdo”

La economía parece ser el principal beneficio que los iraníes ven en un acuerdo nuclear. Poder acceder a productos, estudiar en el exterior y mejorar las relaciones exteriores, otras bondades.

Ángeles Espinosa / Especial de El País, Dubai
01 de abril de 2015 - 03:39 a. m.
Una iraní camina en un tablero de ajedrez en el hotel Beau Rivage Palace, en Suiza. / AFP
Una iraní camina en un tablero de ajedrez en el hotel Beau Rivage Palace, en Suiza. / AFP
Foto: AFP - BRENDAN SMIALOWSKI

“Queremos tener relaciones con otros países; un país aislado y cerrado no es fuerte”, declara Aziza, que estudia para convertirse en analista clínica en la Universidad de Teherán. Ella y otras dos compañeras que la acompañan muestran todo su apoyo al equipo negociador iraní. “Si el resultado es justo y Occidente no nos impone algo que no sea equilibrado”, apostilla Roya.

Para la mayoría de los estudiantes entrevistados, el principal beneficio de un acuerdo será económico. “Mejorará nuestra divisa. Se reducirá el coste de las importaciones y bajarán los precios de muchos productos, incluidos los aparatos que necesitamos para investigar”, señala Nima, un estudiante de ingeniería química.

Otros esperan la posibilidad de ampliar estudios en el extranjero, becas, acceso a fuentes de información ahora vetadas. Normalidad, al fin y al cabo. “Nuestro futuro, el que encontremos trabajo, depende de los resultados de las negociaciones”, asegura Negar, una arquitecta que prepara su máster.

“Lo más importante será el efecto social”, defiende Fereydun un profesor de instituto que estudia un máster de Historia de Irán. “Si no tenemos buenas relaciones con el resto del mundo, seguirán diciéndonos que somos un pueblo oprimido”, dice.

La desconfianza hacia Occidente, después de tres décadas largas de aislamiento del mundo, más el efecto de una década de consignas afirmando que “la energía nuclear es un derecho inalienable” no han logrado sin embargo anular el sentido crítico de los estudiantes. “La energía nuclear no es muy necesaria, se trata de un debate político. Si hay que pagar tanto por ella, no merece la pena”, afirma Fereydun. “No, no la necesitamos; los jóvenes y sus necesidades son más importantes”, concurre Negar.

“Realmente, la energía nuclear es algo del pasado porque plantea el problema de los residuos. Ahora es el momento de las renovables, por ejemplo aquí deberíamos aprovechar la geotérmica”, apunta por su parte Hamid Reza, que cursa un máster en química. En su opinión, el principal uso de la tecnología nuclear es la medicina. “Y para eso nos vale con enriquecer al 5%”, afirma. “El número de centrifugadoras no es importante; no sé porque el Gobierno se empecina en ello”, añade.

“Es una cuestión de orgullo nacional; a estas alturas no podemos echarnos para atrás y renunciar”, resume Yusef, un estudiante de arquitectura.

Aún así, si no se logra, muchos opinan que no será el fin del mundo. “Nos han debilitado, pero seguimos adelante; nos hemos acostumbrado, ya no puede ser peor”, concluye Kimia, que cursa primero de ingeniería química.

Por Ángeles Espinosa / Especial de El País, Dubai

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