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Nueva Constitución trae más polarización a Egipto

Los hermanos Musulmanes convocan protestas para reclamar la legitimidad de la anterior Constitución que fue introducida en 2012 por el depuesto Mohamed Mursi.

Rosanna West
04 de diciembre de 2013 - 12:34 p. m.
Varios partidarios de los Hermanos Musulmanes participan en una protesta cerca del Palacio Koubbeh de El Cairo. /EFE
Varios partidarios de los Hermanos Musulmanes participan en una protesta cerca del Palacio Koubbeh de El Cairo. /EFE
Foto: EFE - TAREK WAJEH/ALMASRY ALYOUM

El nuevo proyecto de ley de la Constitución egipcia fue aprobado el domingo por el gobierno interino de Adli Mansur, y ha dado lugar a aún más protestas islámica en el país árabe. Los Hermanos Musulmanes y otros grupos afines dijeron el lunes que no reconocen el nuevo proyecto y advirtieron que habrá nuevas manifestaciones para apoyar "la legitimidad de la anterior Constitución", que fue introducida por el depuesto presidente islamista Mohamed Morsi.

Mansur fue nombrado presidente de facto de Egipto después del derrumbamiento de que las fuerzas militares dieran un golpe a Morsi en julio de este año. El gobierno actual, respaldado por el ejército, ha promocionado el referéndum como el primer paso firme para establecer el orden político en la era post-Morsi. Es muy probable que la aprobación de la Constitución sea seguida por las elecciones parlamentarias y presidenciales.

Según un anuncio hecho este martes por el primer ministro interino de Egipto, Hazem el-Beblawi, el referendo constitucional está planeado para la segunda mitad de enero de 2014. Hazem el-Beblawi se refirió al referéndum como el "momento más crítico" para Egipto.

Un tribunal de 50 miembros, compuesto en su mayoría de no islamistas, ha estado modificando la Constitución de 2012 en sesiones a puerta cerrada, en medio de crecientes preocupaciones por los poderes que les dará al presidente y los militares. El ejército había dado al Comité un plazo de 60 días para terminar el proyecto.

La Constitución previa -redactada principalmente por los islamistas y suspendida por los militares en julio pasado- se basó en los principios de la ley islámica. Se espera que la nueva Carta Magna limitará la influencia de estas leyes y levantará la prohibición de los funcionarios del derrocado dictador Hosni Mubarak para postularse a cargos públicos.

El portavoz de la cofradía musulmana, Islam Taufiq, dijo a Efe que rechazan "radicalmente" el nuevo texto porque se trata de "una Constitución ilegítima". Comentó que "se ha elaborado secuestrando al presidente del país y con una comisión de los 50 -como se conoce al comité constituyente- reunida en secreto sin que el pueblo egipcio pueda escuchar o ver qué hace y qué debate".

El comité aprobó el proyecto pese a la falta de consenso inicial sobre cuatro artículos, dos de los cuales han quedado sin definir a disposición de Mansur. Uno de los puntos que se discutió fue el que establece un sistema electoral mixto para las próximas legislativas, que en teoría, beneficiará a los candidatos individuales en detrimento de los partidos políticos.

Taufiq preguntó: "¿Cómo puede un presidente interino, asignado provisionalmente por un ministro golpista, tener en sus manos decisiones tan importantes como establecer el orden en el que deben celebrarse los comicios parlamentarios y presidenciales?”. También dijo que los militares en el poder "se están contradiciendo a sí mismos y están demostrando que son un régimen golpista que se mueve por intereses personales y que busca obtener una legitimidad que no conseguirá, mientras miles de personas sigan saliendo a las calles".

Además, el portavoz criticó el hecho de que el comité constituyente está presidido por Amro Musa, exsecretario general de la Liga Árabe y excandidato presidencial, pero también "ministro del régimen dictatorial de (Hosni) Mubarak".

En estos meses, la Hermandad ha mantenido la presión en las calles, pero las autoridades han reprimido sus manifestaciones y detenido a sus principales líderes, acusados de incitar a la violencia. El 24 de noviembre, Mansur aprobó una nueva ley contra la protesta que prohíbe las reuniones públicas de más de 10 personas sin la aprobación previa del Gobierno. Esta ley es más restrictiva que la normativa utilizada bajo el gobierno autocrático de Mubarak, quien fue derrocado en 2011 en la sublevación que tuvo como cuna y emblema a la Plaza Tahrir (en El Cairo), y que marcó el inicio de los disturbios en el país.

Seis organizaciones internacionales, 67 grupos locales han sido aprobados para supervisar el referéndum. Hasta el momento se han registrado 20 mil observadores para supervisar la votación, dijo el funcionario de la comisión Ahmed el-Suheim.
 

Por Rosanna West

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