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ONU busca implementar acciones frente a la violencia sexual por parte de terroristas

Zainab Hawa Bangura, representante de la ONU, advirtió que la violencia sexual no se está usando sólo como arma de guerra, sino también como una "táctica terrorista".

EFE
02 de junio de 2016 - 06:27 p. m.

El Consejo de Seguridad de la ONU analizó este jueves nuevas medidas para responder al uso de la violencia sexual en situaciones de conflicto, especialmente por grupos terroristas como el Estado Islámico (EI) y Boko Haram.

Según la organización, los actores armados no estatales se han convertido en los principales responsables de este tipo de crímenes, frente a los que se están logrando progresos en el caso de los Ejércitos regulares.

"Justo cuando hacemos avances con las fuerzas de seguridad nacionales, el problema de la violencia sexual por parte de actores no estatales adquiere unas dimensiones cada vez más difíciles y preocupantes", dijo al Consejo de Seguridad Zainab Hawa Bangura, la representante de la ONU para la Violencia Sexual en Conflictos.

Bangura llamó la atención sobre el hecho de que la violencia sexual no se está usando sólo como arma de guerra, sino también como una "táctica terrorista".

Según subrayó, la violencia sexual es una parte "integral" de la ideología y de los objetivos estratégicos de los grupos extremistas y están utilizándola para avanzar en sus metas políticas, militares y económicas.

"Han utilizado la violación y el matrimonio forzado como parte de sus sistemas de castigo y de premio con los que consolidad su poder", insistió.

Al mismo tiempo, la trata de mujeres y niñas sirve como vía de financiación a grupos como el EI, que se lucran con su venta o con el pago de rescates por parte de las familias de las víctimas.

Según estimaciones de la ONU, la comunidad yazidí -una minoría que vive principalmente en Irak- pagó en 2014 hasta 45 millones de dólares en rescates a la organización yihadista.

"Hoy, mientras hablamos aquí, en Raqa (el bastión del EI en Siria) se venden mujeres en un bazar de esclavos", denunció Bangura.

Para responder a este nuevo panorama, la responsable de la ONU pidió al Consejo de Seguridad que considere aprobar una nueva resolución que tenga en cuenta estos desafíos.

Varios países propusieron también distintas iniciativas, incluida España, que durante su mes al frente del Consejo de Seguridad ya puso este asunto sobre la mesa.

Entre otras cosas, el embajador español ante la ONU, Román Oyarzun, defendió este jueves equiparar la protección de las víctimas de la violencia sexual en conflictos con la de las víctimas del terrorismo y de avanzar en la concienciación, por ejemplo trabajando con líderes religiosos.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, participó también en el debate y desgranó algunos de los puntos principales de su último informe sobre este tipo de crímenes.

Ban insistió también especialmente en el uso de la violencia sexual por parte de los terroristas y recordó, por ejemplo, el caso de las más de 200 niñas secuestradas por Boko Haram en Nigeria.

En su informe, el jefe de la ONU incluye una lista con 48 partes de conflictos sobre las que pesan sospechas fundadas de haber cometido actos sistemáticos de violación y otras formas de violencia sexual, de las cuales 37 son actores no estatales.

La mayor parte de ellas operan en países africanos con guerras como Mali, la República Centroafricana o Sudán, mientras que también aparecen representados grupos que participan en los conflictos de Siria e Irak.

Por EFE

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