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La otra teoría sobre el caso que investigaba el fiscal Nisman

Fernando Paolella, periodista y autor del libro ‘AMIA: La gran mentira oficial’, habló con El Espectador sobre la situación actual del país, el terremoto político que se desató tras la muerte del Fiscal Alberto Nisman.

Catalina González Navarro
23 de enero de 2015 - 02:28 p. m.
La sede de la AMIA en Buenos Aires, Argentina el 18 de julio 1994. El fiscal Alberto Nisman, que investigaba el caso hace 10 años y Fernando Paolella, periodista. /AFP y Cortesía
La sede de la AMIA en Buenos Aires, Argentina el 18 de julio 1994. El fiscal Alberto Nisman, que investigaba el caso hace 10 años y Fernando Paolella, periodista. /AFP y Cortesía

El 17 de marzo de 1992 un furgón Ford F-100 cargado con explosivos fue estrellado contra la fachada de la sede de la Embajada de Israel en Argentina. Veintinueve personas murieron y 242 más quedaron heridas en el fatídico hecho. Se trató del segundo peor ataque terrorista en la historia del país, sólo superado por el ocurrido dos años después, 18 de julio de 1994, cuando un carro bomba explotó frente a las instalaciones de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires, que dejó un trágico saldo de 85 personas muertas y 300 heridas.

Dos ataques mortales que sin duda cambiaron la historia de Argentina y alrededor de los cuales siempre se tejieron dudas y teorías. Fue esta la razón por la cual los periodistas Christian Sanz y Fernando Paolella decidieron dedicarse en las dos últimas décadas a investigar la verdad detrás de tanta confusión. Producto de su trabajo publicaron en 2007 el libro: ‘AMIA: La gran mentira oficial’, que para su infortunio quedó archivado en los anaqueles. Recibieron múltiples amenazas y como requisito para publicar el libro les exigieron adherirse a la teoría de que el atentado había sido ocasionado simplemente por un ‘Traffic bomba’ (carro bomba).

Para los dos periodistas es claro que dicha versión solo busca “desviar la atención de este magnicidio” y su inconformidad quedó plasmada en el prólogo del texto en donde escribieron: “con el paso del tiempo descubrimos que el mayor escollo para llegar a la verdad no era la falta de pruebas, sino la presión de ciertos grupos de poder para que no se llegara a dilucidar la real trama de este asunto”.

En entrevista con El Espectador Fernando Paolella, uno de los autores, habla de su experiencia durante la investigación y de todos los obstáculos que encontraron en la búsqueda de una explicación sobre lo ocurrido en esos dos fatídicos años en Argentina.

¿Cómo comenzaron las investigaciones para el libro?

Comenzamos en marzo de 2003, coincidiendo con época electoral. Yo había trabajado antes con Juan Salinas, el autor de ‘AMIA el atentado’, libro que salió en 1997 y que después se convirtió en la versión oficial de la AMIA y la DAIA, Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas. El libro fue considerado verdadero si se narraba la historia de la Traffic.

Luego investigué y descubrí que el iniciador de todo esto había sido Carlos Menem. Él se reunió en 1988, antes de llegar a la Presidencia, con Hafez al-Asad, presidente de Siria de 1971 a 2000. Menem le prometió hacer un pacto para lavar dinero sirio, que en esa época ya se lavaba en Estados Unidos, Israel y España.

Él le promete a los sirios un reactor nuclear, pero tras la caída del Muro de Berlín, Menem se va al nuevo orden mundial y con nuevas ideologías tiene que cortar la relación con los sirios.

Luego viene el atentado a la AMIA y la Embajada de Israel, pero como los Sirios tenían relaciones con Estados Unidos e Israel, culpan a Irán. Ellos nunca tuvieron nada que ver, por el contrario fueron uno de los principales socios comerciales de Argentina desde la década del 70 y luego viene la Revolución Islámica.

¿Cuándo comienzan a escribir el libro?

En 2003, nos dimos cuenta que podíamos hacer un libro con todos los datos que teníamos, basándonos en los libros anteriores ‘Cortinas de humo’ de Jorge Lanata y Joe Goldman, publicado en 1994, y el de Juan Salinas.

¿Qué lograron encontrar?

Encontramos que había presiones internacionales. Por eso ningún presidente argentino después de Menem cuando va a la ONU deja de acusar a Irán. Y es que hay cuatro sirios que se van del país después de eso. En un informe de inteligencia paralelo de Estado Unidos y Gran Bretaña se considera que al menos esos cuatro pusieron la bomba en la AMIA como en la Embajada.

¿Al sacar el libro, recibieron amenazas?

Sí, me llamaron de una librería diciendo que apareció un tipo vestido -de traje- diciendo: “que esa mierda no se podía exhibir”. Me enteré por un amigo que muchos libreros se niegan a hacerlo por miedo.
Cuando yo les digo que tengo tres mil ejemplares dicen que no les interesa.

¿Las amenazas fueron consecuencia de lo que encontraron en la investigación?

Sí, lo más significativo fue que el entonces agregado cultural de la AMIA, Mohsen, dijo que en el libro teníamos que hablar de la Traffic y nosotros no aceptamos. Desde ahí comenzó un boicot destinado a que no se vendiera. El libro está en un sótano del edificio donde vivía antes, hace siete años que está ahí. Y hace poco lo subí a Mercado Libre, en venta.

El año pasado pedí a los libreros para sacarlo a la luz y todos me respondían lo mismo: “que no les interesaba”. Pero no me daban ningún motivo en especial.

¿Eran editoriales argentinas?

Sobre todo argentinas, pero también intenté con una chilena y una española, pero nunca me contestaron.

¿Y ahora que está en Mercado Libre, cómo le va?

Hasta ahora se han registrado seis ventas, pero estoy buscando que se reedite. Hay muchos elementos nuevos para aportar. No solo por el libro, sino por la causa, sí se llega a apretar lo suficientemente desde el poder judicial o desde el ámbito periodístico a Carlos Menem.

 ¿En el libro hay nombres específicos de personas relacionadas con el atentado?

Sí, cuatro sirios aparecen en el libro. Por ejemplo, está Jaime Stiuso que está ahora en la paleta porque fue quien le dio letra al Fiscal Nisman.
Yo conocí a Cristina Fernández de Kirchner en 1997 y ella estaba a favor de la pista de los Sirios, pero sospechosamente cambió.

¿Tuvieron alguna relación con el fiscal Nisman?

No, solo con la gente vinculada.

¿Ustedes conocían el trabajo de él?

No.

A parte del fiscal Nisman, ¿existían más personas autorizadas investigando el caso?

Sí, estaba el juez Rodolfo Canicoba-Corral.

Después de la muerte de Nisman, ¿cree que se logre saber la verdad sobre el atentado? ¿O ya es difícil establecer culpabilidades?

No sé, pero tengo entendido que el papa Francisco sabe lo que está pasando. Y la Presidenta debe cortar la impunidad y hablar claro para saber los por qué.

¿Ustedes creen que las pruebas que tenía el Fiscal Nisman están bien protegidas, o creen que se pueden alterar?

Sí, seguramente las puedan alterar los servicios que estaban detrás de todo esto. Porque lamentablemente la CIA de Estados Unidos y el Mossad (una de las agencias de inteligencia de Israel) siempre estuvieron, desde el atentado del 18 de julio y por eso el atentado no se pudo resolver esa misma noche.

¿Entonces, ustedes consideran qué detrás de la muerte de Nisman están servicios secretos de otros países?

Sí, como dije desde 1992 tenemos una injerencia muy grande, permitida por el presidente de entonces, Carlos Menem. No hay otra explicación posible, no puede ser que hayamos perdido tanto tiempo para demostrar la masacre de nuestra historia.

¿Qué piensa de que en tan poco tiempo la presidenta Cristina Fernández cambiara su teoría sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman y ahora dice que "no fue un suicidio"?

Yo creo que le falta afirmar que vino de afuera. Porque sé que Stiuso está fuera del país protegido por algún servicio muy pesado. Yo creo que la presidenta está haciendo el camino para ir sacando la verdad. Me parece que no tiene otra salida.

¿Por qué algunos medios en los últimos días como el Diario Popular y Página/12 usaron titulares alusivos a la muerte de Nisman antes de que ocurriesen?

Están jugando con fuego, es muy estúpido pretender que fue asesinado por el oficialismo. Hace unos días me contaron que ésta ha sido una jugada de ajedrez maquiavélico.

¿Cómo está la situación actual en Argentina?

Acá se mezclaron las cosas, lamentablemente. Todos están apuntando a que lo mandó a matar Cristina Fernández directamente, hay pocos llamados a la cordura acá. Aunque hay gente que sigue diciendo que son los iraniés, pero no hay ningún medio que lo relacione con Menem.

¿Qué cree que vaya a pasar ahora?

Esto está teniendo efecto en el mundo y puede que quedemos divididos y desmembrados para siempre.

¿Y en este momento hay garantías para seguir informando del caso?

Yo sobrevivo gracias a la ayuda de familiares y se me hace muy difícil poder reinsertarme. Christian se tuvo que ir de la ciudad, pero sigue siendo presionando.


cgonzalez@elespectador.com

Por Catalina González Navarro

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