El presidente francés, François Hollande, admite que afronta un momento "muy difícil" en el ejercicio del poder y afirma que no dispone hoy de "ninguna indulgencia, ningún respecto" para su actuación, según declaraciones recogidas el jueves por el diario francés Le Monde.
"Ejercer el poder, hoy, es muy difícil. Ya no hay ninguna indulgencia, ningún respecto. Pero ya lo sabía", afirma el jefe de Estado, en mala postura en los sondeos.
Según un sondeo TNS publicado el miércoles, el presidente retrocede cinco puntos respecto a octubre. Solo el 36% de los franceses confían en él.
Pero el mandatario asume. El poder, "¡lo he querido!", subraya, "no solo por motivos personales, el destino de una vida. Sino porque creo que, para Francia, es mejor que sea la izquierda la que haga esta mutación, que lo haga negociando, de forma justa, sin herir a los más frágiles ni desconsiderarlos. Los otros lo hubieran hecho sin duda pero brutalmente".
Muy criticado por la oposición de derecha y por los comentaristas y la prensa, defiende su forma de gobernar fundada en la negociación. "Asumo ese método. Hay que tomar el tiempo de decidir porque una vez que está decidido, está hecho", dice en un intercambio con los periodistas de Le Monde.
Holande señala también que "estamos en el tercer año de crisis. La reanudación llegará, es una cuestión de ciclo". Sin embargo, "puede haber también un guión negro, el de la recesión".