La empresa estatal uruguaya de combustibles ANCAP encontró por primera vez en la historia de Uruguay indicios de petróleo en el subsuelo del país, cuya matriz energética depende en un 60 por ciento del crudo que importa, indicaron fuentes de la compañía.
"Por primera vez en la historia de Uruguay se ha encontrado petróleo libre en pequeñas proporciones, emanado de la roca madre, la roca generadora", indicó en una entrevista Juan Gómez, miembro del directorio de ANCAP.
Gómez aclaró, sin embargo, que solo "son indicios de petróleo, no son yacimientos propiamente dichos, no es que esté brotando el petróleo".
El hallazgo se produjo en el departamento central de Durazno, concretamente en las localidades de Blanquilla y La Paloma, gracias a los trabajos de exploración realizados a 180 metros de profundidad por la empresa estadounidense Chesapeak Energy, subcontratada en 2009 por el Estado uruguayo.
El material fue descubierto "en una roca que es del período primario, del devónico superior", de hace cerca de millones de años, lo que ha despertado el optimismo de las autoridades, porque en ese mismo tipo de roca "en otros países de América" se ha encontrado el preciado "oro negro".
La roca presenta un 0,16 por ciento de petróleo producido y un potencial generador de 5,76 por ciento.
Lo más importante, explicó el ejecutivo, es que su configuración "no es producto de una contaminación con algún otro producto".
"Es un dato bien interesante porque nos va a permitir seguir trabajando e ir más en profundidad a la búsqueda de la roca madre, para ver si hay cantidades importantes de petróleo. Pero que el petróleo existe, existe", aseguró.
Con los trabajos futuros se podrá "saber con mayor precisión qué cantidad de materia orgánica tiene la roca generadora" y qué tipo de petróleo hay en el subsuelo.
El descubrimiento es fruto de los esfuerzos que realiza Uruguay en materia de exploración petrolera desde hace décadas, pero con mayor ahínco en los últimos años, tanto en "offshore" (en aguas marítimas profundas), en la llamada Plataforma Oceánica, como en "onshore" (en tierra), cerca del Río Negro, que cruza el país.
En la Plataforma Oceánica se realizó hace dos años la Ronda Uruguay 1 para adjudicar mediante concurso internacional dos bloques a un consorcio formado por la brasileña Petrobras, la argentina YPF y la portuguesa Galp.
"Este año se va a intensificar el trabajo en esa plataforma con la adjudicación de varios nuevos bloques", explicó Gómez.
Para la exploración en tierra, ANCAP ha recibido muestras de interés de YPF y la anglo-holandesa Shell.
Todo ello forma parte de "una política energética que es muy ambiciosa" y que tiene como meta lograr una "menor dependencia del petróleo", que representa el 60 por ciento de la matriz energética, que se completa con energía hidroeléctrica, gas natural y fuentes renovables.
"Tenemos una aspiración de llegar al 40 por ciento de dependencia del petróleo y sustituir ese 20 por ciento por energéticos renovables", como la biomasa, la energía eólica, la solar, los biocombustibles, pero también más gas natural.
El gas natural que la nación sudamericana consume actualmente representa un 1 por ciento de la matriz energética y se importa desde Argentina, país con el que existe además un acuerdo para instalar un barco regasificador cerca del estuario del Río de la Plata.
Entre los importadores actuales de petróleo de Uruguay se encuentran Venezuela, Ecuador e Irán, aunque el país importa en función de las ofertas que se realizan periódicamente en el mercado mundial.