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Las renuncias de los papas en la historia

La renuncia de Benedicto XVI, quinta en la historia, ocurre seis siglos después de que el papa Gregorio XII se retirara voluntariamente de la Santa Sede.

El Espectador
11 de febrero de 2013 - 09:18 a. m.
Benedicto XVI sería el quinta sumo pontífice en renunciar a su cargo en la historia./ EFE
Benedicto XVI sería el quinta sumo pontífice en renunciar a su cargo en la historia./ EFE

La renuncia de Benedicto XVI es la quinta en la historia del Vaticano. Curiosamente, el primero en dimitir fue Benedicto IX, en 1048. En ese entonces, el papa Víctor II escribió: “Prefirió vivir más como Epicuro que como obispo. Abandonó la ciudad transladándose a uno de sus castillos de las afueras”. Este mensaje surgió luego de que Benedicto IX confesara que dejaba el papado para casarse con una mujer.

La historia de Benedicto IX es diferente; fue nombrado cuando tenía tan solo 14 años y odiado por varios sectores de la Iglesia. El cardenal benedictino San Pedro Damiano, observaba al papa de esta manera: “Ese desventurado, desde el inicio de su pontificado hasta el final de su existencia, se regocijó en la inmoralidad”. Algunos llegaron a decir que el primer papa en renunciar era el mismísimo demonio.

El siguiente papa que dejó el vaticano fue Celestino V. Esta vez, no sería la vida de excesos lo que lo atraía. Fue coronado el 29 de agosto de 1294, luego de haber fundado la orden de los celestinos, que luego se uniría a la de los benedictinos. Se decía que era un santo, que era el hombre indicado para recuperar la imagen del vaticano. En la época, la administración de la Santa Sede perdía legitimidad ante los creyentes ante la imposibilidad de elegir un Papa en los dos últimos años.

Celestino V no aguantó más de tres meses en el vaticano. Como nunca había tenido experiencia diplomática decidió irse a orar en una cabaña lejos de la Santa Sede. Renunció formalmente el 13 de diciembre de 1294. En la memoria de los cardenales quedó marcado el hecho de que Celestino V fuera el primer Papa en vivir fuera de los estados pontificios.

Una similitud entre la renuncia de Benedicto XVI y Celestino V es renunciar alegando problemas de salud. “Yo, papa Celestino V, impulsado por razones legítimas para la humildad y debilidad de mi cuerpo y la malicia de la gente.. renuncio al trono”. Después de este acontecimiento lo remplazó el cardenal Benedetto Caetani; fiel discípulo de Celestino V, que apoyó su dimisión.

El último Papa en renunciar fue Gregorio XII, en 1415. En 1406, Gregorio XII, de 80 años, fue elegido Papa legítimo. En ese entonces el Vaticano atravesaba por la crisis conocida como el ‘cisma de Occidente’, en donde la iglesia alcanzó a contar con tres papas al mismo tiempo.

En la disputa Gregorio XII juró que renunciaría si su rival, Benedicto XIII, hacía lo mismo. Este acto, muy común en el mundo mundano, no fue bien visto por los cardenales, quienes le manifestaron su disgusto al papa legítimo. En junio de 1409, el concilio de Pisa eligió a Alejandro V como papa, dejando a Gregorio XII y a Benedicto XIII en el limbo. Gregorio XII no tardó en convocar al concilio Cividale de Friuli, en donde se declaró que los otros dos papas eran cismáticos y perjuros.

La tempestad por el poder en el Vaticano no cesó. En 1415, cansado de la tensión entre cardenales, renunció voluntariamente. Detrás de esta dimisión se escondía el concilio de Constanza, que había comenzado en 1414. Este concilio consistía en que teólogos, príncipes y canonistas de diferentes naciones escogieran al nuevo Papa.

El antipapa Juan XXIII, que había convocado la conciliación, intentó a huir a Constanza cuando comenzaron a develarse sus intenciones ocultas. Sin embargo, la renuncia de Gregorio XII fue avalada por la iglesia.  

Por El Espectador

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