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Uganda reconsidera criminalizar a los homosexuales

La Corte Constitucional de este país tumbó la ley que imponía hasta cadena perpetua para personas de esta comunidad. Aún no se sabe si el fallo será apelado.

Redacción Internacional
02 de agosto de 2014 - 04:14 p. m.
Fotografía de archivo del pasado 4 de agosto del 2012, que muestra a varios activistas homosexuales durante el desfile del Orgullo Gay de Uganda en el Jardín Botánico Entebbe, en Kampala, Uganda. / EFE
Fotografía de archivo del pasado 4 de agosto del 2012, que muestra a varios activistas homosexuales durante el desfile del Orgullo Gay de Uganda en el Jardín Botánico Entebbe, en Kampala, Uganda. / EFE
Foto: EFE - RACHEL ADAMS

Un triunfo, algo modesto y quizá no permanente, pero victoria igual: el viernes, la Corte Constitucional de Uganda declaró ilegal la ley en contra de la homosexualidad que había sido aprobada por el presidente ugandés, Yoweri Museveni, en febrero de este año.

La Corte consideró que el Parlamento había incurrido en una ilegalidad pues al momento de votar el proyecto no había quórum suficiente para aprobar la iniciativa y, así las cosas, la ley carecía de fundamento legal.

El proyecto es uno de los más polémicos en un continente que, por otra parte, está prácticamente sumido en la homofobia. Y esto es todo un decir. De acuerdo con cifras de Amnistía Internacional, 38 de 54 países en el continente consideran que ser homosexual es un delito. Entre éstos se encuentra Nigeria, que este año aprobó una ley con penas de hasta 14 años de cárcel para los homosexuales.

La ley ugandesa fue aprobada en el Parlamento en diciembre del año pasado, aunque había sido propuesta desde 2009. Luego de su paso por el Legislativo, Museveni aseguró que iba a vetar el proyecto. Claro, después dijo que la aprobaría. Y un poco luego aseguró que estaba en contra de la iniciativa.

Después de oscilar entre aprobar o no aprobar durante tres meses, el presidente firmó la ley que, entre otras cosas, llega hasta la imposición de cadena perpetua para personas que “reincidan en la conducta”, así como penas de prisión para “intentos de homosexualidad” y “promoción de la homosexualidad”.

Aunque la Policía de Uganda afirma que no ha hecho arrestos por supuestas violaciones a la ley, activistas de la comunidad gay sí han denunciado que ha crecido el acoso contra esta población. Las autoridades ugandesas allanaron este año la sede de una clínica que ofrecía servicios de salud a homosexuales con VIH. Esto sienta un pésimo precedente para un continente con la mayor tasa de VIH/SIDA del mundo. La institución intervenida era financiada, en parte, con dinero de Estados Unidos.

Este país es uno de los mayores contribuidores del gobierno ugandés y desde que la ley se firmó parte de esta ayuda ha sido retenida o direccionada hacia otras instituciones. Un camino similar han tomado el Banco Mundial y algunas naciones europeas, algo que Uganda ha calificado como una especie de chantaje internacional.

El caso de Estados Unidos es particular, pues mientras su gobierno condenó la aprobación de la ley, varias sectas e iglesias evangélicas de este país se tomaron Uganda desde hace años y son señaladas por varios como uno de los sectores que más impulsó la legislación contra los homosexuales.

Aún no resulta claro si el gobierno de Uganda apelará la sentencia, algo que parece poco probable, al menos por el momento, pues el presidente Museveni hará una visita oficial a Estados Unidos en breve y sería toda una vergüenza intentar revivir la ley justo en este momento. Después, bueno, esa es otra historia.

En declaraciones públicas, Simon Lokondo, ministro ugandés de Ética e Integridad (y antiguo sacerdote católico) ha dicho que “la homosexualidad no es natural en nuestras culturas, es algo anormal y extraño”. La idea de que la homosexualidad es algo que introdujeron las potencias colonizadoras en África es una de las hipótesis que podrían explicar la gran aceptación de la homofobia en el continente.

Antes de la aprobación de la ley el gobierno de Uganda encargó la realización de un informe para explorar las raíces del tema: “La homosexualidad existió en África mucho antes de la llegada del hombre blanco. (…) La sexualidad es un cualidad humana que resulta hoy mucho más flexible que en el pasado. La homosexualidad no tiene una causa específica (…) No es una enfermedad y no tiene tratamiento”.

A pesar del informe, la ley ugandesa fue aprobada siguiendo la retórica de los sectores más conservadores que consideran la homosexualidad como una afrenta a los valores tradicionales de la familia. Aunque detrás de la protección de la familia parece haber también una defensa de la patria, un rescate de los valores nacionales que pasa por el rechazo de una conducta supuestamente importada durante los tiempos de la colonia europea.

Lo extraño es que, para ser una causa nacional en pro de los valores tradicionales, legislar en contra de los homosexuales es un asunto del cual no existe registro alguno en África antes de la llegada de los colonizadores occidentales, según Peter Tatchell, activista de derechos humanos y de la población LGBT quien luego de la aprobación de la ley dijo: “La verdadera importación a África no fue la homosexualidad, sino la homofobia”.

 

Por Redacción Internacional

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