Publicidad

Un año sin Osama Bin Laden

Su muerte no ha afectado positiva ni negativamente al núcleo doctrinal del yihadismo.

El Espectador
01 de mayo de 2012 - 10:47 a. m.

El primer aniversario de la muerte del líder de Al Qaeda recuerda que el peligro terrorista sigue latente a pesar del debilitamiento de esta organización, para cuyos miembros Bin Laden continuará siendo una figura emblemática.

El dicho popular de “muerto el perro, se acabó la rabia” no se puede aplicar a la situación que se vive un año después de la muerte de Osama Bin Laden, abatido el 1 de mayo de  2011 en Abbottabad (Pakistán) por un comando de fuerzas especiales estadounidenses.

El fallecimiento del terrorista “número uno” hasta aquella fecha, cuyo cadáver fue lanzado en el mar de Arabia, según el Gobierno estadounidense, no ha acabado con la `rabia´ de Al Queda.

“Su muerte no ha afectado positiva ni negativamente al núcleo doctrinal del yihadismo”,  explica a Efe-Reportajes Javier Jordán, profesor titular del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada (España). “El salafismo yihadista, que es la ideología que inspira a Al Qaeda y a otros grupos insurgentes y terroristas, es anterior y trasciende a la figura de Bin Laden”.

Según este experto en terrorismo, Bin Laden continuará siendo una figura emblemática  entre sus seguidores. “Su rol de fugitivo perseguido por la inteligencia de Estados Unidos durante la década que siguió al 11-S le proporcionó un aire épico a ojos de los radicales", pero más allá de estos ambientes, "lo más probable es que acabe por convertirse en un personaje del pasado”, matiza Jordán.

La amenza continúa

La ausencia de la gran figura de Al Qaeda no ha sido un problema para que esta organización terrorista demuestre que “es capaz de seguir golpeando en el corazón de Occidente, aunque con atentados mucho más simples y de menor impacto estratégico que los del 11-S”, en opinión del profesor.

Una versión que coincide con el informe anual de Europol, publicado el pasado 25 de abril, en el que advierte que Al Qaeda, cada vez más diversificada, está tendiendo a reclutar yihadistas violentos para llevar a cabo pequeños atentados y más numerosos, ante  la dificultad de planear ataques de gran escala debido a las políticas antiterroristas.

En este informe que se refiere al ámbito de la Unión Europea, Europol señala el aumento de los casos de terroristas que actúan individualmente, como el hecho de Mohamed Merah, el asesino de Toulouse (Francia), que reivindicó sus acciones en nombre de Al Qaeda.

“Tras la muerte de Bin Laden ha continuado la actividad de estas células independientes y 'lobos solitarios'”, explica el profesor Javier Jordán, “pero su eficacia ha continuado siendo reducida, ya que en la mayoría de los casos no cuentan con entrenamiento ni recursos suficientes para cometer atentados altamente letales”.

A ello también puede haber afectado el debilitamiento de Al Qaeda central, la organización fundada y dirigida por Bin Laden, cuyo núcleo rector sigue refugiado en Pakistán, que en el último año, además de su fundador, ha perdido a importantes miembros de su cúpula principal como al paquistaní  Ilyas Kashmiri y el libio Atiyah Abd al-Rahman, fallecidos en junio y agosto de 2011 respectivamente.

La pérdida de líderes veteranos y la enorme inseguridad que genera la presión de los drones –los aviones no tripulados estadounidenses- y el temor a la inteligencia norteamericana, ha reducido las capacidades de la organización a la hora de planificar operaciones terroristas más allá de Afganistán y Pakistán”, opina el experto.

Tampoco el ascenso de Ayman al Zawahiri, actual líder de Al Qaeda, ha igualado el carisma que poseía Bin Laden. Para Jordán, Zawahiri “ha conseguido que la organización no se colapse tras la muerte del líder histórico, pero encuentra limitado su margen de actuación por el acoso que sufre Al Qaeda en Pakistán”.

“Por razones de seguridad, los mandos de la organización evitan coincidir en un mismo lugar, no utilizan el teléfono ni el correo electrónico y se mantienen en contacto a través de correos humanos. Es decir, invierten gran parte de sus energías en seguir con vida, y ello les resta potencial a la hora de planificar y ejecutar grandes atentados”, expone Javier Jordán.

En este sentido, desde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos se mostraban tranquilos ante el primer aniversario de la muerte de Bin Laden, el 1 de mayo.

"Aunque Al Qaeda, sus afiliados y sus aliados han expresado su interés continuo para llevar a cabo ataques contra intereses occidentales, no tenemos ninguna indicación de una amenaza creíble o conspiraciones contra EE.UU. en esa fecha", aseguraba un alto funcionario de este departamento el pasado 26 de abril.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar