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Han pasado 21 años desde que un grupo de militares rebeldes de Venezuela intentó un golpe armado en Caracas para sacar de la presidencia a Carlos Andrés Pérez. Fue un intento de golpe de Estado, liderado por el teniente coronel Hugo Chávez Frías. Pero la operación falló, Chávez cayó preso y tuvo que pagar dos años de cárcel, aunque logró recuperar su libertad por sobreseimiento bajo el gobierno de Rafael Caldera.
Como todas las fechas vinculantes del chavismo, esta, la ofensiva del 4 de febrero, moviliza nuevamente a la gente hacia las calles. La recuperación del mandatario en La Habana, su ausencia en Caracas y el reemplazo transitorio de sus copartidarios, configuran un nuevo motivo de apoyo: llenar las calles de miles de simpatizantes es la mejor forma de esperar a Chávez, tal y como sucedió el 23 de enero, el día que Venezuela conmemoró 55 años de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Las buenas noticias han estado del lado del gobierno en las últimas semanas. El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien acompañó en armas a Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992 (era teniente entonces), anunció que el jefe de Estado "sigue avanzando paulatinamente y de manera constante en su recuperación". También el ministro de defensa, Diego Molero Bellavía, entregó un parte: el presidente está en “su mejor momento de recuperación del posoperatorio”.
A los chavistas les sobran motivos para salir a marchar por su líder. Ese fallido golpe de 1992 para ellos sólo postergó el andar de una Revolución Bolivariana que, dicen, nadie hoy podría detener. Hugo Chávez fue el fin de una etapa que describen con múltiples adjetivos de repudio, un tiempo de explotación absoluta de la “oligarquía”, de “genocidio”, de opresión inhumana y de maltrato hacia el pueblo. Al comandante se le ama como líder y la gente ya ha demostrado que cuando se proponen apoyarlo nadie puede detener su salida a las calles, sus marchas, sus votos.
Por eso esta vez volverán a caminar por Caracas con sus camisas rojas. Unos saldrán a marchar, otros apoyaran desde Twitter. Para este 4 de febrero el chavismo ha ingeniado una estrategia: a las 10:30 a.m. comenzará el llamado ‘tuitazo mundial en solidaridad con el presidente Chávez y la Revolución Bolivariana’. Los participantes publicarán mensajes de apoyo en Twitter y los agruparán con el ‘hashtag’ #ChávezPorAhorayParaSiempre.
Desde Venezuela y con la jornada de apoyo sobre la mesa, Diosdado Cabello envió a La Habana el mensaje que podría encarnar la esencia de las manifestaciones del lunes: "Comandante, termine su tratamiento. No se preocupe, que aquí está su pueblo con usted".