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Venezuela, en suspenso por referendo revocatorio contra Maduro

Este jueves vence el plazo para que el Consejo Nacional Electoral termine la validación de las firmas entregadas por la oposición para iniciar el proceso.

Redacción Internacional
02 de junio de 2016 - 03:58 a. m.
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, muestra una copia de algunas firmas para solicitar el referendo revocatorio del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. / EFE
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, muestra una copia de algunas firmas para solicitar el referendo revocatorio del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. / EFE

Este jueves se vence el plazo para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela termine el proceso de auditoría de las firmas que le fueron entregadas por la oposición para llamar a un referendo revocatorio contra el presidente, Nicolás Maduro. El CNE deberá informar al país cuál es el número exacto de firmas válidas y si es suficiente para llamar al referendo. Hasta ahora, a pesar de que los directivos del Consejo han señalado que se cumplirá el proceso de referendo si se cumplen las condiciones, las declaraciones de Maduro y su vicepresidente han dejado clara su intención de dilatar la consulta popular. Los directivos de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) ya anunciaron que si no se conoce hoy la decisión del CNE, convocarán a marchas ciudadanas para exigir su derecho constitucional.

Mientras los venezolanos están a la expectativa del pronunciamiento del CNE, parece dar frutos la presión del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien invocó la Carta Democrática Interamericana para llamar a una reunión del Consejo Permanente con el fin de discutir sobre la ruptura del orden democrático en Venezuela.

Las respuestas de Maduro fueron, por un lado, las de siempre: acusó a Almagro de estar al servicio del imperialismo estadounidense y de estar preparando el terreno para una intervención en Venezuela. Además anunció la interposición de una demanda ante el Tribunal Supremo de Justicia, en la que acusará de delitos de usurpación de funciones y traición a la patria a la directiva de la Asamblea Nacional, que fue la que convenció a Almagro de invocar la Carta Democrática.

Por el otro lado, sin embargo, flexibilizó su postura frente a la oposición y abrió algunas puertas para el diálogo. Anunció que está dispuesto a aceptar una hoja de ruta para dialogar con representantes de la oposición, con el acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y de una terna de expresidentes, entre los cuales están el panameño Martín Torrijos, el dominicano Leonel Fernández y el español José Luis Rodríguez Zapatero.

Con esto último, el presidente venezolano no sólo busca restarle argumentos a Almagro sobre la falta de garantías democráticas, sino que pone la discusión dentro de la Unasur y fuera del marco de la OEA. Además, ya logró algunos apoyos de cara al proceso que empieza en la OEA, en donde se realizará entre el 10 y el 20 de junio una sesión urgente del Consejo Permanente sobre Venezuela. El presidente de Bolivia, Evo Morales, le dijo públicamente a Almagro que no fuera “instrumento de intervencionismo” y que el hecho de invocar la Carta Democrática Interamericana es una agresión contra el pueblo venezolano. Asimismo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró que Almagro está “fuera de lugar” y que “está tomando decisiones por cuenta propia, de forma muy sui géneris”.

Por Redacción Internacional

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