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La disputa familiar por Servientrega

Desde hace casi siete años los hermanos Guerrero, propietarios de la reconocida firma de envíos, están enfrentados por un porcentaje de la compañía. Un pleito en el que se busca indemnización de $186.000 millones.

Norbey Quevedo Hernández
26 de julio de 2015 - 02:37 a. m.

Después de seis años y nueve meses de larga disputa jurídica, se acerca el fin del primer round en la pelea familiar del conglomerado empresarial Servientrega. El tema, que ha sido motivo de habladurías, comentarios mediáticos o especulaciones en los círculos sociales, se apresta a ser resuelto por un juez civil del circuito de Bogotá. El funcionario tendrá que decidir entre cuatro hermanos enfrentados. Carlos Julio y Purificación Guerrero que aspiran a ser indemnizados, y Jesús y Luz Mary Guerrero, que se oponen a sus pretensiones.

La pelea empezó en noviembre de 2008, cuando Carlos Julio y Purificación Guerrero, a través del abogado y hasta hace poco ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, demandaron a sus hermanos por el supuesto incumplimiento de un acuerdo para transferirles el 5% de las sociedades que integran Servientrega S.A., con extensión a los negocios en Estados Unidos, Ecuador, Venezuela y Panamá. Aunque la demanda contra Jesús y Luz Mary Guerrero no especifica la cuantía de su reclamo, se calcula en $186.000 millones.

A través de la escritura pública 2120, la empresa Servientrega fue constituida en la Notaría 14 de Bogotá el 29 de noviembre de 1982. Los demandantes sostienen que a pesar de su calidad de socios de hecho, en ese momento no se les reconoció una participación en el capital de la compañía, pero que con posterioridad sí recibieron beneficios personales extraordinarios, distintos a los laborales, tales como personal de escolta, gastos de vehículos blindados u otorgamiento de tarjetas de crédito, todos derivados de su actividad en la sociedad.

Luz Mary Guerrero, a través de su abogado William Araque, contestó a este primer argumento que Servientrega nació como una sociedad de responsabilidad limitada y que no es cierto que sus hermanos Carlos Julio y Purificación hubieran sido socios de hecho ni de derecho, porque incluso el primero de los citados para la época era un menor de edad. En cuanto a beneficios extraordinarios, pidió que se pruebe en el litigio, porque lo único cierto es que ambos en alguna época fueron empleados, como lo prueban las afiliaciones al Seguro Social.

En el libro Secretos del Guerrero, recientemente publicado por la periodista Mariela Zuluaga, se lee que Servientrega nació por iniciativa de Jesús y Luz Mary Guerrero, quienes vieron en ella la oportunidad de mejorar la prestación del servicio de entrega de sobres y paquetes. Además añade que el capital inicial surgió de $17.000 que Jesús Guerrero recibió de su liquidación de trabajo en Transportes Mesagross y que sus primeros clientes fueron varias empresas de carga que cubrían rutas a destinos de Cali y Buenaventura.

El padre de los cuatro hermanos de la pelea, y de nueve más que nacieron en su matrimonio con Rosa Elena Hernández, fue el exmilitar Concepción Guerrero Guerrero, nacido en Jenesano (Boyacá). Los demandantes manifestaron que él prestó apoyo económico para la expansión de la sociedad mediante créditos y la cesión de una casa que sirviera de oficina. Es decir, que fue un “socio estratégico” y que por ello, en 1986 se pactó verbalmente que se le reconociera una participación equivalente al 20% del total del capital social de la empresa.

La réplica de Luz Mary Guerrero fue que su padre sí les prestó dinero para Servientrega, pero lo hizo a título de mutuo acuerdo con intereses. En cuanto a la casa, siempre hizo parte de su patrimonio y formó parte del proceso de sucesión y liquidación de herencia que se protocolizó de común acuerdo por todos los hijos en junio de 2007. Además, agregó que cuando Servientrega funcionó en ese inmueble, no fue a título gratuito. Se hizo a través de un contrato de arrendamiento que implicó pago de renta a su padre.

En enero de 1985 se creó la sociedad Ultraservicios Ltda. Según Carlos Julio y Purificación Guerrero, en su propósito de velar por la unidad familiar y el apoyo mutuo de sus hijos, dos años después los gestores de esta sociedad, entre quienes se encontraban ellos, decidieron aportar sus bienes de capital y clientela a Servientrega. De esta manera, existió un acuerdo de fusión, aunque nunca fue elevado a escritura pública. Eso sí, insistieron en que tras la unión ocuparon cargos directivos de manejo y confianza, como reconocimiento.

“No me consta el aporte directo o indirecto de capital”, fue la respuesta de Luz Mary Guerrero, quien recalcó que para la fecha de la celebración del contrato de Ultraservicios, su hermano Carlos Julio era un menor de edad y su hermana Purificación no era representante legal. Además manifestó que nunca hubo un proceso de fusión de esta empresa con Servientrega ni con sociedad alguna. Eso explica por qué nunca hubo escritura pública, ni aportes de capital, ni transferencia de bienes. Tampoco acuerdos verbales sobre estos temas.

En su demanda, Carlos Julio y Purificación Guerrero aseguran que en enero de 1996 hubo una reunión para transformar la sociedad a anónima, en la que se pactó participación accionaria; y que seis meses después, se adelantó otro encuentro en las instalaciones de la Fundación Mujeres de Éxito para evaluar por qué no se había cumplido la entrega de porcentajes de reconocimiento, y por eso se convino una democratización accionaria, aprobada por toda la familia, que no se pudo formalizar en Cartagena porque Luz Mary no acudió.

Luz Mary Guerrero niega que, en los términos de ley o de los estatutos, se hubieran dado las reuniones de enero y junio de 1996, y que nunca existió un proceso de democratización accionaria para transferir a sus hermanos el 5% de las cuotas de Servientrega o de otras sociedades vinculadas. Por eso no le consta que se hubieran tomado las decisiones que argumentaron sus hermanos, ni el departamento jurídico de Servientrega puede demostrar que existiera una orden para solemnizar un acuerdo que, en su criterio, es ineficaz porque no existió.

En septiembre de 1997, según los demandantes, después de que se constituyera el “Consejo Familiar Guerrero Hernández” para resolver dilemas internos, en Bogotá fueron requeridos Luz Mary y Jesús Guerrero para que cumplieran con lo acordado en la democratización accionaria. A partir de entonces, en 2001 y 2003 se cumplió parcialmente el pacto y ambos recibieron porcentajes de la mayoría de las sociedades, sin que se haya cumplido el resto de lo acordado dentro de lo que hoy se conoce como el Grupo Empresarial Sinergia.

La demandada Luz Mary Guerrero negó la existencia de un acuerdo de democratización accionaria en las diversas empresas del conglomerado encabezado por Servientrega, al tiempo que alegó la imposibilidad jurídica de que sus hermanos pudieran ostentar calidades de socios de hecho en la compañía r invocó varias causales de prescripción de las reclamaciones económicas, así como señaló el supuesto aporte de documentos inauténticos, así como la ineficacia de algunas pruebas rendidas ante notarios.

Aunque el pasado 5 de mayo el juez segundo civil del Circuito de Descongestión de Bogotá declaró terminado el debate probatorio, la defensa de Carlos Julio y Purificación Guerrero alegó que no podía hacerse porque no se han recaudado las pruebas principales: el interrogatorio a Jesús Guerrero, la inspección judicial a los libros y papeles de Servientrega y los peritajes contables que sólo pueden ser evaluados revisando los estados financieros, los títulos de propiedad, las actas de asambleas y otros documentos de las juntas de socios.

En criterio del abogado Carlos Sánchez, apoderado de Carlos Julio Guerrero, a pesar de que han pasado siete años no se ha practicado el 80% de las pruebas solicitadas desde el día de la demanda. Además, está pendiente el interrogatorio a Jesús Guerrero, al tiempo que cree que Luz Mary Guerrero debería responder ante la jurisdicción penal por la presunta comisión de los delitos de falso testimonio y fraude procesal, pues en su criterio, en las declaraciones aportadas ante la justicia ha negado situaciones que son evidentes.

En su última intervención, el 6 de mayo de 2014, Luz Mary Guerrero insistió en que nunca hubo procesos de democratización accionaria, que todos los acuerdos societarios reposan en actas, que en Cartagena se hicieron consejos familiares pero todos los procedimientos de la sociedad se han hecho en Bogotá, siguiendo los procedimientos legales. Al terminar la diligencia judicial, la declarante lamentó lo que estaba sucediendo con su hermano, porque el legado de sus padres siempre fue la unidad familiar y la pelea sólo le ha causado desprestigio a la sociedad Servientrega.

En medio de la disputa, se produjo un hecho inesperado. El 23 de febrero de 2014, a sus 51 años, murió de infarto en Cartagena, mientras paseaba con su perro por el sector de La Boquilla, Purificación Guerrero. Su hermano Jesús Guerrero se mantiene en silencio sobre el pleito. En el libro Secretos del Guerrero se lee: “Si me tocara escoger entre todo lo que tengo y mi familia, escogería a mi familia”. Páginas después admite que “la relación con la mayoría de sus hermanos ha sido muy buena, y con algunos ha sido de altibajos”.

Empresa en continua evolución

Desde sus inicios en 1982 en una pequeña oficina de envíos, al sur de Bogotá, Servientrega se ha convertido en símbolo de trabajo y evolución. Su más reciente negocio fue hace dos meses, cuando consolidó una alianza con el portal Mercado Libre con el fin de entregar a nivel nacional los pedidos online que hacen sus clientes. Servientrega ha diversificado su negocio a la distribución de transporte vía aérea, servicios administrativos, telecomunicaciones, seguros y recaudo de dinero con Efecty, entre otros negocios. En los últimos años, la compañía ha desarrollado alrededor de 50 soluciones de logística para sus clientes con 5.000 centros en Colombia y el exterior. En materia de empleo, se estima que la empresa genera 50.000 puestos y vende franquicias.

La pelea internacional entre los Guerrero

A comienzos de mayo pasado se conoció una nueva disputa entre los hermanos Luz Mary y Jesús Guerrero Hernández. La denuncia fue radicada ante la Fiscalía 57 Provincial en lo Penal de Lima. El proceso se inició porque se habría presentado una presunta suplantación del accionista Jesús Guerrero en una sesión de junta directiva de Servientrega en su sede de Perú, celebrada en agosto de 2008. Según la denuncia interpuesta por el propio Jesús Guerrero Hernández a través de sus apoderados, en esa reunión de directivos de la compañía se determinó la composición accionaria de la compañía de mensajería con notables cambios. El documento con la denuncia señala que Jesús Guerrero habría sido suplantado por su cuñado Manuel Rodríguez en representación de la firma Red Verde, razón social de la empresa de envíos en Perú. En la sesión el directivo suplantado habría renunciado al derecho preferencial de la compra de un paquete de acciones, afectando sus intereses.

Por Norbey Quevedo Hernández

 

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