Al parecer, comportamiento de Rodolfo Palomino fue ilícito: Procuraduría

El general (r) Rodolfo Palomino presentó su renuncia en febrero de este año. /Archivo.

Cuando la Procuraduría anunció que le abría una investigación preliminar al exdirector de la Policía, general (r) Rodolfo Palomino, el oficial aseguró que se trataba de una decisión “excelente”. Según el cuestionado general en retiro, que el organismo de control investigara las acusaciones que había hecho en su contra el coronel (r) Reinaldo Gómez, era la mejor manera de limpiar su nombre y demostrar que todo se trataba de una mentira. Sin embargo, lo que ha logrado establecer hasta ahora el organismo que dirige Alejandro Ordóñez es que Palomino habría cometido una falta gravísima al tratar de persuadir a Gómez para que retirara una denuncia en su contra.

El pasado 10 de mayo se conoció que la Procuraduría le formuló pliego de cargos al general (r), quien ahora tendrá que responder en un juicio disciplinario. En el documento de 120 páginas, conocido por El Espectador, en el que la Procuraduría explicó los argumentos para comenzar formalmente un proceso disciplinario en contra de Palomino, se detalla la manera en que él y otros tres oficiales de la Policía habrían cometido supuestamente una falta disciplinaria. La raíz de esta investigación comenzó en marzo del año pasado, cuando el coronel (r) Reinaldo Gómez le solicitó al general (r) Palomino que frenara una supuesta persecución laboral en su contra.

“Tenga el criterio y profesionalismo que debe darle su cargo dentro de la institución y desligue su condición personal y sentimental frente a lo laboral, por cuanto hay dos circunstancias del pasado que no ha podido superar y lo mortifican”, le escribió el coronel (r) Gómez al general (r) Palomino en marzo pasado. Una de esas circunstancias, supuestamente, era la denuncia que presentó Gómez en contra de un gran amigo de Palomino. La segunda era la negativa del coronel a aceptar las supuestas pretensiones amorosas y sexuales que el general (r) Palomino le habría ofrecido a Gómez. Según el coronel (r), la persecución se evidenciaba en la apertura de una investigación en su contra por haber dado declaraciones a medios de comunicación sin permiso. El coronel (r) Gómez le advirtió entonces al general (r) Palomino que, de no hacer caso a su petición, se vería obligado a hacer público que a Palomino “le gusta de vez en cuando tener una aventurita”.

Cuando Palomino y otros altos mandos de la Policía se enteraron del contenido de la carta del coronel (r) Gómez, el general (r) habría, de acuerdo al pliego de cargos de la Procuraduría, disuadir al coronel (r) para que se retractara. Para lograrlo, Palomino les habría pedido al coronel Ciro Carvajal, secretario general de la Policía, al mayor John Santos Quintero, jefe del área jurídica de la secretaria general, y al coronel Flavio Heriberto Mesa, comandante de la Policía de Cundinamarca y superior inmediato de Gómez, que se reunieran con él para convencerlo de que presentara un nuevo documento modificando su versión.

La reunión ocurrió el 8 de mayo de 2015. El propio Reinaldo Gómez grabó la conversación, que en noviembre de ese mismo año divulgó La FM. De acuerdo con el documento de la Procuraduría, nada de esa reunión estuvo bajo los parámetros éticos y legales. Según la declaración que el coronel (r) Gómez le dio a la Procuraduría, el propio coronel Flavio Mesa le habría dicho que se trataba de una “cita inusual sui generis”. Aunque la conclusión de la charla fue que el coronel (r) presentaría un nuevo documento, con la garantía de que sería absuelto de cualquier sanción disciplinaria, Gómez nunca se retractó.

Según Palomino y otros policías interrogados por la Procuraduría, el coronel (r) Gómez sí presentó un oficio diferente. El documento fue enviado por el general (r) Palomino a La FM y tras su publicación, el coronel (r) Gómez anunció que se trataba de un documento falso, que alguien había falsificado su firma y de inmediato se presentó en la Fiscalía para poner la denuncia. Por este incidente, la Procuraduría reconoce que si bien la Inspección General de la Policía está haciendo una indagación preliminar para establecer la autenticidad de la carta, el organismo de control ordenó que se traslade el proceso a la Procuraduría para sea esta entidad la encargada de resolver la duda.

En cuanto a las irregularidades que se habrían presentado en la reunión, la Procuraduría escuchó a todos los investigados para establecer cuáles fueron los verdaderos motivos del encuentro. Según los investigados, se trató solamente de una manera útil de escuchar y entender a fondo las peticiones del coronel (r) Gómez. La Procuraduría lo entendió muy distinto: “Al parecer, su comportamiento estuvo revestido de irregularidades que merecer el cuestionamiento de este organismo de control disciplinario mediante la debida formulación de cargos (…) El objetivo acordado para la reunión del 8 de mayo de 2015 no fue otro que influir a toda costa para que el coronel Gómez se retractara de las graves ofensas efectuadas directamente a la máxima autoridad de la Policía, general Rodolfo Palomino”.

Pedirle a sus subalternos que organizaran una reunión con esas intenciones, aprovechándose de su superioridad jerárquica fue, para la Procuraduría, una falla mayúscula. “De similar manera, el coronel Ciro Carvajal, el coronel Flavio Mesa y el mayor John Santos, pudieron incurrir en una falta gravísima al congregarse en una reunión bajo una orden ilegal para influir en el coronel Reinaldo Gómez, para que se retractara (…) Es claro que, al parecer el comportamiento del entonces director de la Policía, Rodolfo Palomino, se torna sustancialmente ilícito”, agrega el ente de control.

La falta gravísima y la apertura de una investigación formal no solo se emitió en contra del general (r) Palomino, sino que también cobija a los tres oficiales que participaron en la reunión: Ciro Carvajal, Flavio Heriberto Mesa y John Santos, quienes se retiraron de la Policía en noviembre del año pasado, tras el destape de este escándalo. Hasta ahora, no se ha conocido una nueva declaración del exdirector de la Policía. Lo que sí se supo cuando su nombre comenzó a ocupar primeras planas por este tema, es que estaba convencido de que no había cometido ninguna acción indebida. “Pongo en manos de la Procuraduría mi cargo”, dijo a finales del año pasado. En febrero de 2016 renunció.

Además de ésta, el general (r) Palomino tiene otras tres investigaciones que marchan en las oficinas de la Procuraduría: una por su presunta participación en la Comunidad del Anillo, otra por supuestos seguimientos a periodistas, y la tercera por enriquecimiento ilícito.