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El capítulo de los secuestros políticos presuntamente cometidos por las Farc tienen el número 001 dentro de la Jurisdicción de Paz (JEP). En esa carpeta están involucrados 31 exmiembros del Secretariado de esta guerrilla que tendrán que comparecer por su supuesta participación en los crímenes. Hoy, ante la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, Alan Jara, el general (r) Luis Mendieta y Sigifredo López, tienen su turno de presentar sus casos para la eventual revisión de la jurisdicción especial.
El primero en hablar fue Alan Jara. Su secuestro sucedió el 15 de julio de 2001 cuando se transportaba en un carro de la ONU hacia la inauguración del Puente de la Reconciliación, entre El Dorado y Lejanías (Meta). Hombres de las Farc lo bajaron del vehículo y durante siete años y siete meses estuvo encadenado en la selva bajo las órdenes de la exguerrilla. Tenía 44 años cuando fue secuestrado y, a pesar del paso del tiempo, Jara rememoró detalles claros de sus días en cautiverio.
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Ante los magistrados de la JEP, el exgobernador del Meta reiteró que el constante miedo a morir, a caer en medio de un combate con el Ejército o en un bombardeo, fue de los desafíos más difíciles de sobrellevar. Recordó que varias veces estuvo enfermo y que un enfermero de las Farc lo diagnosticó: leishmaniasis, hepatitis y agotamiento corporal. “El cansancio del cuerpo era muy fuerte. Hacíamos marchas larguísimas. Una de ellas la llamaron La marcha de la muerte” porque duramos dos meses caminando”, explicó.
La orden del Mono Jojoy, añadió Alan Jara, era que sus hombres no podían dejar que se escaparan. “Mátenlos pero que no se escapen”, explicó el exgobernador al detallar la constante zozobra a la que estuvo expuesto durante su tiempo de secuestro. Durante su intervención, reflexionó sobre el hecho que les encaje humanitario no se hubiera planteado durante años. Fue precisamente esta estrategia la que permitió su liberación en 2009. Su nombre fue incluido en las listas de posibles uniformados para ser liberados por las Farc.
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“Durante mi cautiverio yo oí crecer a mi hijo a través de la radio, que fue indispensable para la búsqueda de la libertad y para que nosotros sobreviviéramos sabiendo que nuestras familias no estaban solas”, agregó Jara durante su intervención ante la JEP, en donde además señaló que Noé Suárez, alias de Grannobles y alias Martín Sombra eran dos de los jefes guerrilleros que pasaban lista de los secuestrados.
El 3 de febrero de 2009, Alan Jara recuperó su libertad, luego de una operación encabezada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, con apoyo del gobierno colombiano y brasileño. Además recordad a sus compañeros de cautiverio, quienes murieron por las difíciles condiciones de la selva o en operativos de rescate, Jara señaló que recuerda muy bien episodios que compartió con el general (r) Luis Mendieta, quien también presenta hoy su caso ante la JEP.
Su secuestró ocurrió después de la toma guerrillera en Mitú, el primero de noviembre de 1998. Durante los siguientes cuatro años, la familia del exmilitar tuvo información de su ser querido a través de cartas que intercambió con su esposa. Pero a partir de 2002, nada supieron de él hasta 2008, cuando volvieron a recibir una comunicación del general (r) Mendieta. Al igual que Jara, Mendieta también enfrentó varios episodios de salud y en uno de ellos perdió parcialmente su movilidad.
"El sufrimiento era bien duro para nosotros. El trato fue inhumano porque no tuvimos atención médica y tampoco asistencia", le dijo Mendieta a los magistrados de la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, detallando cada uno de los episodios en los que tuvo complicaciones médicas y no recibió el servicio médico que con urgencia necesitaba.
El 13 de junio de 2010, Mendieta fue rescatado por el Ejército en una operación militar y policial en la que lograron penetrar un campamento de la guerrilla en Guaviare. Junto con él, fueron rescatados tres militares más. Según las cifras del Ejército, este fue el tercer rescate exitoso de miembros del Ejército o secuestrados políticos que estaban en poder de las Farc.
El caso de Sigifredo López, el tercero que recibe hoy la JEP, está en el marco del secuestro de los 12 diputados de la Asamblea del Valle del Cauca, el 11 de abril de 2002. López fue el único de este grupo de secuestrado que sobrevivió la masacre en la que murieron sus 11 compañeros. El 28 de junio de 2007 se conoció que los diputados habían sido asesinados con tiros de gracia por parte de los guerrilleros de las Farc.
López, quien fue el único sobreviviente al estar aislado del grupo, recuperó su libertad en 2009 en otra fase de la operación que también logró la libertad de Alan Jara.